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Historias Imparables del gran apagón

Historias Imparables del gran apagón

30/04/2025
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El lunes el apagón no nos detuvo. Siempre Imparables.

El lunes había 14 pacientes: 10 en nuestro país y 4 en otros lugares del mundo que, la semana anterior, habían recibido un tratamiento muy agresivo para erradicar la leucemia. Esto fue posible porque les habíamos localizado un donante compatible.

El lunes, los 14 estaban esperando recibir la donación que nuestros compañeros y compañeras del REDMO habían coordinado los días anteriores. Sólo la infusión a tiempo de estas células Imparables podía darles una nueva oportunidad de vida. Hacerlas llegar era, literalmente, cuestión de vida.

El lunes, los equipos del REDMO, a pesar de las enormes limitaciones, pudieron comprobar que las donaciones estaban de camino. Los «couriers», encargados de transportar las células, hicieron lo imposible para llegar a tiempo a los hospitales de los pacientes, a pesar de los teléfonos inhábiles, los trenes parados, los aeropuertos a mínimos, los autobuses colapsados… ¡Lo conseguimos!

Todos los pacientes que el lunes y ayer martes dependían de nosotros en España, Dinamarca y Estados Unidos, recibieron su donación. También, todas las donaciones, tanto las que venían de nuestro propio país como las que venían de Polonia, Alemania y Francia, se pudieron entregar a tiempo.

Mientras todo esto sucedía, Beatriz y Gregorio vivían su propia Odisea.

Su tren se detuvo el lunes en medio de la nada, a medio camino entre Alicante y Barcelona. Este era un viaje muy importante para Beatriz. Ella es paciente de linfoma de Hodgkin y el martes, a primera hora, tenía que estar en el Hospital de Sant Pau. En la Fundación teníamos preparado un piso de acogida para ellos y les estábamos esperando.

A media tarde, Beatriz y Gregorio estaban en un bar de carretera sin saber cómo seguir hasta Barcelona. Fue en ese momento cuando recibieron la llamada de la Fundación Josep Carreras. Era necesario, sí o sí, completar el viaje.

Finalmente, a las 3:30 h de la madrugada, Beatriz y Gregorio llegaron a nuestro piso de la calle San Quintín, a cinco minutos del hospital, donde Marta y Jasmin, nuestras compañeras de Alojamientos de Acogida les estaban esperando.

Ayer martes, Beatriz pudo ir al hospital para valorar un nuevo tratamiento contra la enfermedad que padece. Se quedará en nuestro Piso de Acogida mientras le sea necesario.

Por cierto, sus maletas, que quedaron atrás dentro del tren, ya están en camino gracias a la amabilidad de otra pasajera.

Nada nos detuvo. Ni los pacientes, ni los donantes, ni los profesionales, ni la gente solidaria. Ni nosotros nos rendimos.

Gracias por hacerlo posible. Seguimos Imparables.

Quiero estar al día de la lucha contra la leucemia