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El Instituto Josep Carreras participa en el Congreso Anual de Hematología en España

El Instituto Josep Carreras participa en el Congreso Anual de Hematología en España

19/11/2020
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La semana del 26 al 30 de octubre se celebró la LXII edición del congreso de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia y la XXXVI del congreso de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia.

Debido a la situación de la pandemia de COVID-19, esta edición se tuvo que llevar a cabo de forma telemática. Aun así, el congreso fue todo un éxito alcanzando la cifra de 2.300 asistentes.

Este congreso se celebra de forma anual y en él se desarrollan diferentes actividades, destacando:

Los simposios oficiales, que tienen como objetivo difundir los últimos avances en investigación clínica y traslacional entre los profesionales de la hematología. Para ello se invita a expertos nacionales e internacionales en cada tema.

Las comunicaciones de trabajos científicos, en las que los profesionales dedicados a a Hematología presentan las novedades de sus trabajos de investigación básica, traslacional o clínica. Existe un comité de evaluación de estas comunicaciones para clasificarlas, según su calidad, en comunicaciones orales (cuando se consideran más relevantes) o en comunicaciones que se exhiben como pósters informativos para su lectura.

El Instituto Josep Carreras estuvo presente de forma muy notable a través de diferentes trabajos presentados.

Complicaciones en el trasplante de progenitores hematopoyéticos

El doctor Enric Carreras, director del Registro de Donantes de Médula Ósea gestionado por la Fundación Josep Carreras e investigador del grupo Barcelona Endothelium Team (BET) del Instituto Josep Carreras centra su investigación en las células que recubren la cara interna de los vasos sanguíneos (las venas, las arterias y los capilares) que se llaman células endoteliales y forman el mayor órgano del cuerpo humano: el endotelio.

En el simposio del congreso, el Dr. Carreras expuso el problema de la microangiopatía trombótica en el trasplante de progenitores hematopoyéticos. Existe un grupo de enfermedades cuyos síntomas tienen un origen común: la lesión en el tejido endotelial que recubre el interior de los vasos sanguíneos. Entre otras destaca la llamada MAT (Microangiopatía Trombótica). Es una complicación infrecuente pero muchas veces mortal del trasplante que provoca una progresiva oclusión de los pequeños vasos sanguíneos (capilares) por plaquetas y otros componentes de la coagulación. Esta oclusión dificulta el paso del resto de componentes sanguíneos, como los glóbulos rojos que se rompen al pasar aumentando progresivamente la oclusión que puede llegar a ser casi completa. Este suceso provoca una serie de síntomas como anemia, trombopenia, hipertensión y fallo en órganos como el riñón, el sistema nervioso central, el cardiovascular o el gastrointestinal que pueden llegar a ser letales. Por ello, el BET centra parte de su investigación en la detección precoz de esta complicación tras el trasplante de progenitores hematopoyéticos y la administración de tratamientos que puedan evitar la elevada mortalidad asociada a esta patología.

Nuevas tecnologías aplicadas al diagnóstico y tratamiento del linfoma

El doctor Tomás Navarro, investigador principal del grupo de neoplasias linfoides del Instituto Josep Carreras coordinó, junto al Dr. Antonio Gutiérrez del Hospital Son Espases de Mallorca, un simposio acerca de las nuevas tecnologías aplicadas al diagnóstico y tratamiento del linfoma difuso de célula grande B.

En este simposio se invitó al Dr. Georg Lenz, jefe del servicio de Hematología del Hospital Universitario de Münster (Alemania) que habló de la importancia de la investigación traslacional con el objetivo de encontrar tratamientos dirigidos contra dianas terapéuticas.

También se abordó el tema de la biopsia líquida que trata de detectar material genético de las células del linfoma en la sangre circulante. Las células tumorales vierten en la sangre tanto ADN como ARN, y por tanto analizando este material genético podemos tener una representación del tumor en la sangre. Aunque seguramente no sustituirá a la biopsia de tejido, sí que permite estudiar a los pacientes de una manera más completa, teniendo un mapa más concreto y detallado de la enfermedad.

En este simposio también se mostraron los nuevos tratamientos existentes para este tipo de linfoma difuso de célula grande B, muchos de los cuales de momento se utilizan para pacientes que no responden a las primeras líneas de tratamiento, como son:

Los anticuerpos monoclonales. Cuando hablamos de anticuerpo nos referimos a una proteína del organismo que se adhiere a otra proteína específica llamada antígeno. Los anticuerpos circulan por todo el cuerpo hasta que encuentran y se adhieren al antígeno. Una vez unidos, pueden forzar a que otras partes del sistema inmunitario destruyan a las células que contienen ese antígeno. Hoy en día se pueden diseñar anticuerpos que tengan como objetivo específico un antígeno concreto.

Los anticuerpos conjugados, que se elaboran con un anticuerpo monoclonal químicamente ligado a un medicamento.

Los anticuerpos biespecíficos, que por un lado se unen a la célula tumoral y por otro lado estimulan células para atacar al tumor.

Los CAR-T, un tratamiento que consiste en extraer las células T del paciente (las encargadas de la defensa de nuestro organismo), modificarlas en laboratorio y volverlas a infundir al paciente. Esta modificación permite que estas células ataquen los receptores que se encuentran en la membrana de las células tumorales (llamados antígenos “CD”) y las eliminen.

Premio al Mejor Caso

El Club Español de Citología Hematológica organiza el simposio Casos clínicos citológicos, uno de los de mayor éxito de asistencia (este año alcanzando la cifra récord de más de 700 asistentes), expone 6 casos interesantes desde el punto de vista diagnóstico y/o terapéuticos que pueden tener un especial interés. Este año se presentaron inicialmente24 casos y el comité de selección del simposio escogió a 6 para que fueran presentados en el congreso. El ganador del Premio al Mejor Caso recayó en un trabajo colaborativo del Instituto Josep Carreras.

En este caso, presentado por la doctora Maria Huguet, han colaborado diferentes investigadores el Instituto Josep Carreras como las doctoras Blanca Xicoy y Lurdes Zamora del grupo de neoplasias mieloides, el Dr. Marc Sorigué del grupo de citómica funcional y el Dr. Navarro del grupo de neoplasias linfoides.

Trataba el caso de un paciente de la doctora Blanca Xicoy que fue diagnosticado de policitemia vera y al cabo de los años se vio que el paciente iba a peor con el tratamiento administrado. Por ello, se decidió parar el tratamiento y al cabo de 1 mes el paciente empeoró más, como si se estuviera transformando a una leucemia mielomonocítica crónica. El punto fuerte de este caso es que se estudió todo desde un punto de vista molecular, las mutaciones de la enfermedad en el diagnóstico y en el momento de la evolución de esta enfermedad en este paciente. También se separaron los monocitos mediante un citómetro y se demostró que estas células presentaban las mismas mutaciones que tenía la enfermedad Policitemia vera en el diagnóstico, pero que habían aumentado mucho.

Este caso ilustra la utilidad de las nuevas tecnologías NGS (Next Generation Secuency) que pueden llegar a tener un papel crucial en el diagnóstico y el seguimiento de estas enfermedades.

Las comunicaciones orales

Por lo que respecta a comunicaciones orales, el Dr. Josep Maria Ribera, investigador principal del grupo de leucemia linfoblástica aguda, presentó los resultados preliminares de un ensayo clínico llamado Ponalfil del grupo PETHEMA en el que combinaron el fármaco Ponatinib y quimioterapia en adultos jóvenes con LLA con cromosoma Filadelfia.

La combinación de quimioterapia e inhibidores de tirosincinasa como Ponatinib ha mejorado el pronóstico de estos pacientes y los resultados preliminares de este ensayo indican una alta eficacia antileucémica a corto plazo, con una toxicidad aceptable.

Este estudio, junto a otros en curso, contribuirá probablemente a indicar Ponatinib como tratamiento de primera línea en la LLA con cromosoma Filadelfia.

La Dra. Christelle Ferrà, del Servicio de Hematología Clínica del Instituto Catalán de Oncología, presentó la experiencia del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GETH) acerca de la evolución de los pacientes con leucemia linfoblástica aguda que recaen tras un trasplante alogénico.

El trasplante de progenitores hematopoyéticos alogénico mejora el pronóstico de pacientes afectos de leucemia linfoblástica aguda (LLA) de alto riesgo. Sin embargo, el pronóstico es pobre cuando hay una recaída. Existen pocos datos reportados en este contexto, por lo que en el trabajo que presentó la Dra. Ferrà se mostró que, si bien los pacientes de LLA con recaída tras un primer trasplante tienen un pronóstico desfavorable, con las estrategias actuales de rescate una cuarta parte consiguen supervivencia prolongada, especialmente si la recaída ha sido tardía.

En una sesión de linfomas, de 7 comunicaciones orales, 3 fueron del grupo del Dr. Navarro y el Dr. Sancho.

-La Dra. Maria Huguet presentó un estudio preliminar acerca del valor pronóstico de las variables del hemograma y la beta2-microglobulina en pacientes de linfoma difuso de célula grande B con VIH. El equipo del doctor Gutiérrez del Hospital de Son Espases desarrolló un índice pronóstico para este linfoma en función de estas variables, pero en pacientes sin VIH y el grupo del Dr. Navarro va a mirar lo mismo, pero en pacientes con VIH. Tras este primer estudio con 44 pacientes se quiere ampliar la muestra mediante la colaboración con el grupo GELTAMO. Los primeros resultados muestran que la cifra baja de linfocitos y alta de monocitos tienen con un valor pronóstico importante: los pacientes que tienen esta característica en el hemograma tienen una probabilidad de vivir a los 5 años 6 veces menor que los que no lo tienen.

-En otra de las comunicaciones, la Dra. Mireia Franch mostró un estudio dirigido por el Dr. Sancho en el grupo de GELTAMO de recaída en el sistema nervioso central en el linfoma difuso de célula B grande tratado con R-Chop. El estudio se realizó con 1.530 casos de 16 hospitales. Este trabajo se centraba en aquellos pacientes que se han curado de este tipo de linfoma, pero que cuando tienen una recaída, ésta aparece en el sistema nervioso central. El estudio concluyó que la supervivencia después de esta recaída es muy baja, tan solo de unos meses

-Otro trabajo del Dr. Juan Manuel Sancho estudiaba retrospectivamente pacientes de linfoma de células del manto que han recaído y se han tratado con un medicamento llamado Ibrutinib, que se administra por vía oral y que ataca a una determinada lesión molecular presente en este linfoma, por lo que es un tratamiento dirigido a dicha lesión. Hoy en día, el tratamiento de estos pacientes en recaída se hace con este medicamento. El Dr. Sancho ha recogido en este trabajo a 66 pacientes de 24 hospitales y ha hecho un estudio de cómo ha ido este tratamiento. Los resultados sugieren que Ibrutinib se usa principalmente en la primera y segunda recaída, y los datos recopilados confirman la eficacia del tratamiento en la práctica clínica habitual.

Trabajos colaborativos

El Instituto Josep Carreras ha colaborado en diferentes trabajos importantes presentados en este congreso.

En cuanto a sesiones plenarias, el Dr. Albert Oriol, investigador de mieloma múltiple del Instituto Josep Carreras, colaboró en un estudio sobre el significado clínico-biológico de una hematopoyesis displásica en pacientes con mieloma múltiple de nuevo diagnóstico.

Tanto la Dra. Xicoy como la doctoras. Laura Palomo, Susana Vives, Natalia Estrada e Inés Rodríguez han colaborado también en varios trabajos presentados en este congreso.

El futuro: big data en el diagnóstico hematológico

El Dr. Alberto Orfao, Profesor de la Universidad de Salamanca y miembro del Comité Científico del Instituto Josep Carreras, habló en un simposio sobre estrategias de futuro en el laboratorio de hematología sobre un tema que actualmente está muy presente y que es el papel de “Big data” en el diagnóstico oncohematológico.

Cuando hablamos de big data nos referimos al análisis masivo de grandes bases de datos recogidos a partir de casos individuales. Toda esta información se transformar en conocimiento válido para muchas cosas, como, por ejemplo, para ir hacia una medicina de más precisión y más personalizada.

En el mundo de la medicina, el big data se origina cuando en el año 2.000 se estudió la secuenciación del genoma humano en que se descubrió que en el ADN humano existen entre 30 y 40.000 genes.

El objetivo es poder hacer una integración masiva de datos en el contexto de la historia clínica electrónica del paciente y de los ensayos clínicos. Como decía el Dr. Orfao, la salud de los pacientes es mucho más que datos.

La idea es poder incorporar a los laboratorios terminales de captación de estos datos de forma rápida y fácil, pero a la vez segura.

En este simposio se comentaron algunos ejemplos prácticos del uso de big data, como podría ser:

  • Evaluar los costes de los nuevos tratamientos como, por ejemplo, el Ibrutinib en la leucemia linfática crónica.
  • Hacer un seguimiento de los pacientes con MGUS (una alteración que puede anunciar la aparición de un mieloma múltiple).
  • Ver los beneficios de determinadas quimioterapias en los linfomas.
  • Realizar diagnóstico genómico de enfermedades raras pediátricas en recién nacidos, mediante técnicas de secuenciación masiva como, por ejemplo, trombocitopenias hereditarias.
  • Establecer el riesgo genómico de desarrollar cáncer y enfermedades cardiovasculares como, por ejemplo, infarto de miocardio, en adultos sanos.

En este simposio, el Dr.Orfao citó el proyecto VISC sobre la historia clínica electrónica, el proyecto HARMONY, plataforma de big data sobre hemopatías malignas en la que participan miembros del Instituto Josep Carreras o el software del grupo EUROFLOW para la identificación automática de células malignas en las leucemias agudas y la clasificación automática de las neoplasias de células B maduras.

Los big data proporcionarán herramientas para la toma de decisiones estratégicas de futuro, con el objetivo de mejorar la salud de los pacientes. Habrá que establecer un plan para la incorporación de los big data en los hospitales, aunque primero hay que diseñar cómo conectar los datos, procurar que sean datos de calidad e incorporarlos a la historia clínica.

Este congreso ha demostrado, un año más, la importancia de compartir conocimiento y colaborar activamente para que, algún día, las enfermedades hemato-oncológicas sean curables en el 100% de los casos.

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