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Departamento de Donantes de médula ósea de la Fundación Josep Carreras
Edad
42 años.
Lugar de nacimiento
Barcelona.
4 adjetivos que la definan
Los que la conocen dicen que tiene mucha paciencia: PACIENTE. También dicen que sus ojos no mienten: TRANSPARENTE. Dicen que aporta tranquilidad; aunque ella cree que es un terremoto: MOVIDA.
Hobbies
Le encanta viajar, la fotografía, las buenas compañías… y sobretodo nadar e ir en bici. De hecho, cada mañana, antes de venir a trabajar, se sumerge en las aguas del mar de Barcelona y después viene a la oficina en bicicleta. Tanto en lo humano como en lo profesional, es un ejemplo de tesón, carisma y alegría por ayudar a los demás.
Mini currículum
Estudió Filología Inglesa e Hispánica, e hizo un Master de Traducción (Universidad de Barcelona / La Trobe University, Melbourne). Trabajó como traductora e intérprete, se movió por el mundo de la publicidad y la fotografía y, un buen día hace 9 años, aterrizó en la Fundación Josep Carreras.
– Ceci, tu trabajo consiste en localizar y gestionar la donación de médula ósea de un donante español para un paciente, español o extranjero, que es compatible y necesita de esta donación para curarse. ¿Hubieses imaginado algún día que trabajarías de esto?
No. Pero tampoco me sorprende. En mi entorno familiar hay médicos, y me hace feliz pensar que con mi trabajo ayudo al prójimo.
– ¿Nos puedes resumir un poco con palabras simples y fáciles de entender en qué consiste tu trabajo?
Una vez localizado el donante ideal, coordinamos las funciones administrativas entre el donante, el centro de extracción y el centro de trasplante. Intentamos humanizar y ayudar en lo posible a nuestros médicos para que puedan “hacer de médicos” y a los donantes para que no se sientan “desamparados o engullidos” por el sistema burocrático de los hospitales. Hemos de saber improvisar y reaccionar a tiempo según la circunstancia, además de ser amablemente organizadas. Intentamos dar color y calor humano, además de efectividad a todo el proceso.
– El donante de médula ósea descuelga el teléfono: “¿Diga?” ¿Qué le dices?
Mi nombre es Cecilia y llamo de la Fundación Josep Carreras, del Registro de Donantes de Médula Ósea. El motivo de la llamada…– ahí es cuando la mayoría de ellos se emociona porque ya saben lo que les vas a decir. Unos ríen, otros lloran y otros escuchan estupefactos para confirmar que no es una broma. Todo fluye. Las personas que llegan a éste punto son maravillosas. Están muy concienciadas. Esperan nuestra llamada como agua de mayo.
– ¿Habitualmente los donantes de médula ósea que hacen efectiva la donación están contentos?
Sí, mucho. Muchísimo.
– ¿Cómo describirías la Fundación Josep Carreras?
Un pequeño gran hábitat de personas que intentamos aportar lo mejor a nivel profesional y personal para conseguir que la leucemia sea curable algún día.
– ¿Por qué crees que es importante?
Porque la leucemia se curará y la aventura que inició el Sr. Carreras cerrará su ciclo humano.
– ¿Cómo es un día en la vida de Ceci?
Me levanto pronto y voy a nadar junto al mar. Disfruto del amanecer en el agua o de camino a la oficina. Recoloco mis ideas y organizo mentalmente el día, laboral y personal. Llego a la oficina y después de echar un vistazo a la bandeja de entrada del correo y organizar lo más urgente, desayuno con mi hermana Ana (también miembro del Registro de Donantes de Médula Ósea de la Fundación). Es uno de los momentos más bonitos del día. Fruta, sonrisas, saludas a los compañeros que van llegando y vuelves a tu mesa. Empieza la vorágine. Pequeños grandes pasos para llegar a los nuevos trasplantes y nuevas donaciones.
– ¿Qué te gusta más de tu trabajo?
El trato con los donantes, los médicos y mis compañeras. Ser consciente de que formo parte de un gran equipo con un mismo objetivo: dar una segunda oportunidad de vida a grandes luchadores
– ¿Y menos?
El que no todos los trasplantes tengan un final feliz.
– ¿Cómo te gustaría verte a ti misma dentro de 30 años?
Dinámica y feliz.
GRACIAS CECI ❤
