Un paciente que se enfrenta a una quimioterapia y/o a un trasplante de médula ósea, es muy posible que desarrolle una mucositis.
¿Qué es la mucositis?
La mucositis es una inflamación de la superficie mucosa que recubre el interior del tracto digestivo, siendo la boca, la garganta y el esófago las zonas más afectadas.
La mucositis oral se manifiesta como una sensibilidad aumentada de la mucosa de dicha zona con molestia o dolor al ingerir alimentos duros, calientes o especiados. Se enrojecen diversas áreas de la boca y, en su grado máximo, se desarrollan llagas dolorosas. Las mismas lesiones pueden observarse en la garganta y el esófago, dificultando mucho la deglución de los alimentos.
Sin duda, éste es uno de los efectos secundarios más molestos para el paciente, ya que puede ser muy doloroso e impide una adecuada ingesta de alimentos.
La mucositis, es muy común, más del 40% de pacientes que reciben quimioterapia y más del 75% de los que se someten a un trasplante de médula ósea la padecerán. La frecuencia e intensidad de la misma dependerá directamente del tipo y dosis de los agentes quimioterápicos empleados
¿Por qué se produce la mucositis?
Estas son las células epiteliales normales de nuestro cuerpo.
El epitelio es el tejido constituido por células íntimamente unidas que recubre la superficie externa del cuerpo y de ciertos órganos y mucosas.
En la Fase I de la mucositis se forman radicales libres causados por la quimio o radioterapia, los cuales dañan el ADN celular.
En la Fase II y III de la mucositis se amplifican las señales y esto desencadena en una mayor producción de citocinas inflamatorias, lo que marca el inicio de la fase de ulceración.
Durante la fase IV, de curación, la zona de la úlcera atrae a las células epiteliales que comienzan el proceso de re-epitelización de la lesión (cicatrización).
Fases de la mucositis. ElSevier Oncology.
Los pacientes que reciben quimioterapia normalmente presentan síntomas 4-5 días después de iniciado el tratamiento y alcanzan un punto máximo alrededor del día 10, cuando presentan una lenta mejoría a lo largo de varias semanas.
La mucositis asociada a la radioterapia suele aparecer a finales de la segunda semana de tratamiento y puede durar de 6 a 8 semanas.
Las úlceras pueden medir de 0,5 cm hasta más de 4 cm.
Como prevención de esta complicación, durante todo el tratamiento se insiste en la necesidad de:
* una máxima higiene dental y bucal y una serie de normas alimentarias.
Cuidar bien la boca durante el tratamiento de un cáncer es algo MUY importante. No hacerlo puede llevar a un incremento de bacterias de la boca. Y éstas pueden causar una infección. Mantener una buena higiene bucal significa:
► Cepillarse dientes y encías 2-3 veces al día durante 2-3 minutos cada vez.
► Usar un cepillo de dientes con cerdas suaves.
► Usar pasta de dientes con flúor.
► Usar hilo dental suavemente una vez al día.
► Enjuagarse con solución salina, bicarbonatada o ambas cada 2-4 horas.
El paciente con mucositis debe adoptar, además de la higiene oral, las siguientes medidas:
► No utilizar productos que contengan alcohol, glicerina o limón, ni dentífricos de acción abrasiva.
► Evitar alimentos que desencadenen dolor: ácidos, picantes y comidas calientes.
► Procurar la ingestión de una dieta blanda e incrementar el aporte de líquidos fríos y nutritivos.
► Abstenerse de irritantes como alcohol y tabaco
► Mantener la boca fría utilizando hielo, agua helada, helado o polos, puede ayudar a prevenir el dolor y las úlceras bucales.
De igual modo debe de adoptar una serie de normas alimentarias. Es lógico perder el apetito pues sentimos dolor, que aumenta cada vez que comemos. Pero es gracias al alimento que vamos a aportar nutrientes, por ejemplo, para construir nuestras defensas. Vamos a ver algunas recomendaciones para hacer más llevadero el momento de alimentarnos:
► Es mejor fraccionar las comidas y tomarlas a lo largo del día de modo que en vez de ser 4 o 5 (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena), pueden ser 6, 8 o incluso 10 ingestas más pequeñas.
► No hay que ser rígidos con los horarios, hay que comer aprovechando siempre el momento en el que se sienta mejor, y comer.
► Masticar despacio y si es necesario por la falta de saliva, a cada bocado usaremos líquidos para hacer más fácil la deglución.
► Se pueden usar chicles y caramelos entre comidas para aumentar la cantidad de saliva.
► La temperatura del alimento no puede ser caliente pues las mucosas ya están muy sensibilizadas como para soportarlos, optaremos por una temperatura ambiente o fría, que ayuda a aliviar el dolor.
► Usar alimentos de textura suave como la patata, zanahoria cocida, natillas… en puré, cremas, papillas, etc.
► Evitar alimentos ácidos que irriten las mucosas (limón, kiwi, fresa, naranja, melón, tomate, cebolla, ajo), picantes (chorizo, alioli, guindilla, …) fritos, condimentos fuertes, alimentos pegajosos, secos o excesivamente grasosos.
Evidentemente, todas estas normas se asociarán a la analgesia necesaria para que el paciente se encuentre lo más confortable posible.
Más sobre la mucositis y una alimentación saludable durante el tratamiento, aquí.