Hace muchos años en Suiza había dos hermanos: André y Jan, de 10 y 11 años respectivamente. El pequeño André tuvo un accidente y se cortó un pie. Tuvo que estar hospitalizado mucho tiempo para recomponérselo quirúrgicamente. Como hace ya muchos años de esto, en esa época no había tantas opciones de visitas y el pequeño André se pasaba muchos ratos solo y desorientado. Por las tardes le visitaba su madre, Theodora, una mujer vital, creativa, que tocaba instrumentos, que se inventaba historias…para André era su ventana de evasión que le permitía seguir sintiéndose niño.
Pasados los años, André se recuperó y cuando fue mayor le llegó la noticia que su madre estaba enferma. El dejó su trabajo, lo dejó todo para volver a casa a cuidarla igual que ella hizo por él. Cuando la madre falleció, los hermanos decidieron rendirle un homenaje y contrataron a un artista para que hiciera algo parecido a lo que ella hizo con André durante su estancia en el hospital.
Esta acción tuvo tanto éxito e impacto que decidieron crear la Fundación Theodora.
Así comenzó todo: con la ilusión de cumplir un sueño que ha llegado a más de 125 hospitales de 8 países en todo el mundo: Suiza, Inglaterra, Bielorrusia, China, España, Italia, Turquía y Francia para llevar la sonrisa a los niños.
Fundación Theodora es una de las entidades que desarrollan esta admirable labor. Entre sus artistas tienen profesionales de clown, músicos, magos, actores de teatro…
Hemos tenido la ocasión de conocer a dos de estos artistas. Cuando les preguntas sobre qué tiene que tener un artista hospitalario, ellas contestan con una frase que nos llama la atención «captar el wifi de la habitación», refiriéndose a ser conscientes de lo que se está viviendo allí dentro y la sensibilidad de saber adaptarse al ambiente que te puedes encontrar en cada habitación de hospital.
Se trata de héroes anónimos que regalan su mejor versión, su sonrisa cálida, sus travesuras, su agudeza e ingenio a los pequeños hospitalizados y a sus familias.
Ellos son la risa en medio de un entorno gris, la alegría en un espacio donde predomina más el silencio y la preocupación.
Los artistas que visitan los hospitales son profesionales formados de una gran calidad humana. Son muy conscientes de que ellos no son los protagonistas, el centro de todo siempre son los niños.
Estos artistas son la herramienta que permite que se cambie la atmosfera del hospital.
Tanto Fundación Theodora como Pallapupas a quién también hemos conocido, tienen dos programas o proyectos a destacar en el ámbito de los más pequeños:
-Programa planta de hospital: Los artistas llevan su experiencia y sus herramientas a las plantas y habitaciones de los hospitales, pero lo casan con lo que se encuentran en cada espacio. Cuando el artista llega al hospital para empezar su trabajo, primero tiene un contacto directo con el personal sanitario a fin de conocer los diferentes pacientes que hay ingresados. Existe un protocolo hospitalario que se debe seguir en el día a día de estas visitas.
No hay un tiempo estipulado para cada visita, todo depende de cómo se encuentre el pequeño, de sus necesidades.
-Programa de acompañamiento quirúrgico: Se ha comprobado que el momento de mayor tensión emocional tiene lugar cuando el niño entra en quirófano. Los artistas van desde la habitación hasta el mismo quirófano, reduciendo los niveles de estrés. Durante la intervención están en sala de estar acompañando a la familia y en la sala del despertar para que sean lo primero que el niño ve. Los médicos tienen comprobado científicamente que los niños necesitan menos dosis de anestesia para la intervención porque van más relajados y esto se traduce en que la recuperación posterior es mejor gracias a esa dosis menor de anestesia.
En España hay muchas entidades que ofrecen artistas hospitalarios. Te pasamos a enumerar algunas de ellas:
- Asociación Terapiclowns (Burgos)
- Algaraklown (San Sebastián)
- Payasosalud (Madrid)
- Payasospital (Valencia)
- Pupaclown (Murcia)
- Salut i Clowns (Catalunya)
- Saniclown (Madrid)
- Sonrisa médica (Islas Baleares)
- Xaropclown (Girona)
Queremos quedarnos con un vídeo que ejemplifica el trabajo de los artistas hospitalarios y el poder que puede tener una sonrisa. A todos ellos: GRACIAS por llenar de alegría los hospitales.