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Consejos de viaje para personas con cáncer

Consejos de viaje para personas con cáncer

06/09/2022
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Viajar suele ser una de las cosas más placenteras que puede experimentar una persona. Visualizas como seria tu viaje ideal, directamente te imaginas estando ya en tu destino y realizando todas aquellas actividades que habías planificado, pero hay algo que siempre omitimos: la planificación del viaje y la estancia en el aeropuerto y en el avión.

Papeles, maleta de mano, líquidos… Cualquier persona tiene diferentes aspectos a tener en cuenta cuando emprende un viaje. Pero si quien viaja es una persona en tratamiento por un cáncer, hay diversos elementos que se deben plantear:

1. PROGRAMACIÓN MÉDICA

Antes que nada, es aconsejable que programes una visita con tu hematólog@ y en ésta le comuniques que tienes la intención de realizar un viaje en avión. Durante la visita puedes preguntarle todas aquellas dudas que tengas y salir de toda incógnita. El profesional te indicara las recomendaciones o restricciones que has tener en cuenta durante tu viaje.

Además, el profesional médico valorará el riesgo del viaje según tus últimas analíticas. Como bien sabes, los pacientes hematológicos tienen a menudo bajos niveles de glóbulos rojos que les pueden provocar anemia y/o niveles disminuidos de neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos, lo que se denomina neutropenia. Los pacientes hematológicos tienen también más tendencia a desarrollar trombosis por la mala circulación. Si tus niveles de plaquetas son bajos tampoco es recomendable viajar en avión ya que hay riesgo de hemorragias. No se recomiendan los viajes cuando los niveles de las plaquetas están por debajo de los 40,000 (ml cúbicos de sangre).

Por ello, es importante tenerlo en cuenta. Además, después de un trasplante de médula ósea o células madre, como después de estos procedimientos se tiene mayor riesgo de infección, los médicos no recomiendan viajar hasta que pasen al menos 6 meses. Una vez que los conteos de sangre alcancen sus niveles normales y se estabilicen, puedes planificar tu viaje.

Si tu viaje destino es un país extranjero, deberás informarte sobre la necesidad de vacunación y si es así, antes de nada, preguntar siempre a tu hematólogo. Este es un tema muy relevante ya que después de un trasplante hay determinadas vacunas que no puedes recibir y pueden ser obligatorias en el país de destino.

¿Por qué exactamente es tan problemático volar con anemia?

En los aviones de pasajeros normales predomina una presión atmosférica que equivale a una altitud de unos 2.500 metros sobre el mar. El contenido del oxígeno en el aire es de alrededor del 21% y el mismo que hay cerca de la tierra, pero debido a la baja presión atmosférica, el cuerpo no puede retener tanto oxígeno como es habitual. La saturación de oxígeno en la sangre baja del 98% al 92%.

Las personas con anemia ya tienen de antemano una saturación de oxígeno más baja, lo que hace que dentro del avión padezcan un suministro de oxígeno crítico. Además, este hecho se ve reforzado por el aire que hay dentro del avión, el cual es muy seco. La menor humedad del aire provoca una dilatación de los vasos sanguíneos, lo que da lugar a un aumento de la demanda de oxígeno. El corazón del paciente con anemia intenta compensar el suministro insuficiente de oxígeno latiendo más rápido, y también aumenta la frecuencia respiratoria.

¿Cómo evitar una trombosis en un avión?

  • Los traslados de larga distancia, de más de 6 horas, pueden producir coágulos de sangre en las venas de las piernas. Para su prevención, es importante considerar:
  • El uso de medias elásticas de compresión graduada.
  • Hidratarse constantemente bebiendo agua
  • Levantarse del asiento cada hora.
  • Caminar un poco al menos cada 2 horas.
  • Realizar ejercicios de extensión y flexión de las piernas.
  • Mover los pies, tobillos y dedos durante el viaje.
  • No usar ropa ajustada, ya que todo lo que produzca compresión y dificultad al retorno venoso, facilita la formación de un coágulo.
  • En algunas enfermedades puede ser recomendable recibir profilaxis de esta complicación mediante heparina subcutánea 

 

2. DOCUMENTACIÓN QUE DEBES LLEVAR CONTIGO

  • Ponte en contacto con la aerolínea con la que viajas y pregúntales si necesitas de alguna autorización médica para poder viajar. La tripulación del avión puede impedirte embarcar en el caso de intuir que padeces una afección grave ya que son responsables de la seguridad de todos sus pasajeros. En el caso de necesitarla, durante tu visita al hematólogo puedes aprovechar para pedirla, de esta manera ahorras tiempo y te libras del apuro de tener que hacerlo rápidamente.
  • Lleva siempre contigo una copia de tu historial médico, así como de tu seguro médico si lo tienes. Valora que existe la posibilidad de sacar un seguro de viaje que pueda cubrirte algún gasto médico. Es de utilidad que te informes de cuáles son los grandes hospitales de referencia en tu destino por si tienes que acudir con alguna urgencia.
  • Haz un escrito (a poder ser en inglés) donde se indique su diagnóstico y tratamiento, la medicación que ingieres y si tienes alergias. También haz otro en el que aparezcan contactos personales para emergencias y los contactos de tu equipo médico. Algo que puede ayudar mucho, es que traduzcas esta información al idioma que se hable en su próximo destino.

 

3. LOS MEDICAMENTOS

Organiza bien tu equipaje: qué es lo que llevaras en tu equipaje de mano y qué llevaras en el equipaje de bodega, ya que no siempre está garantizado que el equipaje facturado realice el mismo trayecto que nosotros. Aquí el papel primordial lo asumen los medicamentos que han de ir contigo sí o sí. Lo mejor es llevaros en su envase habitual y en una bolsa de plástico transparente junto con tu informe médico.

Sabemos de antemano que siempre hay problemas cuando llevamos elementos líquidos con nosotros, pero éste no es el caso de los medicamentos líquidos, así que, si es tu caso, estate tranquila/o. Está permitido viajar con este tipo de medicamentos, lo único que debes hacer es que, cuando estés pasando los controles de seguridad, tienes que informar a los agentes que llevas este tipo de medicamentos y sacarlos. Posiblemente tengas que esperar un poco más ya que han de ser examinados, pero es posible viajar con ellos. Si son medicamentos que se han de conservar en frío, también está permitido llevar paquetes de gel congelado para mantener a estos. Lleva contigo también los medicamentos necesarios para toda tu estancia o recetas.

Las recetas extendidas por los médicos en España son válidas en todos los países de la UE. Ahora bien, los medicamentos recetados en un país pueden no estar disponibles en otro o pueden llamarse de otra manera. Pídele a tu médico que te haga una receta que se pueda utilizar en otro país de la UE (es lo que se conoce como “receta transfronteriza”).

No existe un formato o modelo específico de receta utilizable en otro país de la UE. En la mayoría de los casos, las recetas que se usan habitualmente en tu país ya contienen la información necesaria para que puedas utilizarlas en otros países de la UE. Estos son los datos obligatorios:

  • Datos del paciente: apellidos y nombre completos y fecha de nacimiento
  • Fecha de emisión de la receta
  • Datos del médico prescriptor: apellidos y nombre completos, cualificación profesional, datos de contacto directo, dirección (incluido el país) y firma (escrita o digital)
  • Datos del medicamento prescrito: denominación común (en lugar de la marca comercial, que puede ser diferente en otro país), forma farmacéutica (comprimidos, solución, etc.), cantidad, dosis y pauta posológica.

Comprueba que figuren todos esos datos cuando le pidas al médico una receta para el extranjero o te receten en otro país un medicamento que vayas a comprar cuando vuelvas a casa. De ese modo, el farmacéutico del otro país de la UE podrá comprender fácilmente la receta e identificar correctamente el medicamento que necesitas y la dosis prescrita.

 

4. OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA

  • En caso de ser portador de un catéter Port-A-Cath, debes presentar la tarjeta identificativa del mismo, que te facilitaron el día de su colocación. Pueden solicitártela en los controles de los aeropuertos.
  • Lleva contigo durante el viaje un botiquín de emergencia que incluya antisépticos, antidiarreicos, suero oral y gasas y tiritas. Consulta con tu hematólogo por si puedes llevar algo más en el botiquín que puedas necesitar.
  • En el caso de necesitar ayuda adicional en el aeropuerto o durante el vuelo, recuerda hablar previamente con el personal de la aerolínea, ya que ellos pueden ofrecerte diversos tipos de asistencia que pueden hacer más llevaderos los desplazamientos como: poder facturar o abordar al avión con mucha más antelación; ayuda a la hora de llevar el equipaje, uso de sillas de ruedas o carro, o asistencia durante el vuelo si, por ejemplo, necesitas oxígeno adicional. Eso sí, es posible que algunas de estas ayudas tengan coste adicional.
  • Es muy importante que también incluyas en tu equipaje fotoprotector solar de alta protección.
  • Durante tu viaje, vigila con cualquier líquido no embotellado. El agua, siempre emboptellada y precintada. Ten en cuenta también vigilar con la comida en algunos destinos (alimentos crudos, comida de puestos ambulantes, picante…).
  • Probablemente tu sistema inmunológico está debilitado por la quimioterapia u otros tratamientos. Por ello, es más que recomendable usar una mascarilla FPP2 en espacios cerrados como el avión o las salas de espera.
  • Si estás de baja laboral es muy recomendable que solicites a tu médico de cabecera una autorización para no tener después ningún problema.

El cáncer no tiene que limitar tu vida. Si tu estado de salud lo permite, viajar con cáncer es posible, pero debes tomar las precauciones necesarias. La American Cancer Society recomienda lo siguiente durante el viaje: llevar una dieta sana, evitar la comida basura, y mantenerte activo (pero sin hacer esfuerzos excesivos). En todos los casos, tu hematólogo debe tener la última palabra. Sigue sus recomendaciones al pie de la letra, incluso si debes postergar el viaje.

¡Buen viaje!

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