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Náuseas y quimio

Náuseas y quimio

09/10/2023
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Las náuseas y los vómitos son algunos de los efectos secundarios más frecuentes y comunes en tratamientos contra el cáncer, como es la quimioterapia, la radioterapia, entre otros. Es habitual que muchos de los pacientes que reciben quimio experimenten estos efectos. A pesar de ello, depende mucho del tipo de fármaco que se administre,
de su intensidad o dosis y de qué vía de administración tenga el medicamento (intravenosa, oral, etc.)

 

¿Por qué experimentamos estos efectos secundarios? 

Cuando ingerimos los medicamentos que se utilizan para dicho tratamiento, una vez estos están en nuestro organismo, este los detecta como sustancias extrañas y la manera de deshacerse de ellos es expulsándolos a través del vómito.

Estas náuseas y vómitos pueden causar:

  • Deshidratación
  • Fatiga
  • Baja presión arterial
  • Dificultad para concentrarse
  • Falta de apetito
  • Pérdida de peso.

Hay personas que pueden experimentar estas náuseas y vómitos durante las primeras horas de recibir quimioterapia, se les conoce como náuseas y vómitos agudos. En cambio, hay otros pacientes que pueden presentar estos efectos mucho más tarde, durante los siguientes días, se les conoce como náuseas y vómitos diferidos o
tardíos. Aparte de esto, también existen las náuseas y vómitos anticipados, que vendrían a ser la manifestación de estos síntomas antes de iniciar con el tratamiento, estos pueden estar influenciados por sonidos, olores o imágenes. Y por último, las náuseas y vómitos irruptivos, que son los que se manifiestan a pesar de que se haya administrado un tratamiento preventivo.

Las náuseas y vómitos se pueden presentar por diversos motivos como lo son:

  • El tipo de medicamentos que se recibe. Hay tratamientos en que únicamente afectan a un área del cuerpo, como es la radioterapia. En cambio, en la quimioterapia se utilizan medicamentos que afectan a todo el cuerpo, lo cual influye en tener más probabilidades de padecer estas náuseas y vómitos.
    También hay que tener en cuenta que hay medicamentos que son más propensos a provocar estos síntomas (antraciclina, ciclofosfamida, cisplatino, melfalán…) a diferencia de otros medicamentos.
  • Las dosis que se administran. A dosis más altas esta probabilidad de malestar aumenta.
  • La frecuencia con la que se administran los medicamentos. Cuanto más seguido se den las dosis, menos tiempo de recuperación tiene nuestro cuerpo respecto a la dosis anterior.
  • Vía por la que se administran los medicamentos. Si esta administración se realiza por vía intravenosa, nuestro cuerpo absorbe estos medicamentos de forma más rápida, lo cual influye a que los síntomas se manifiesten antes, a comparación de una administración por vía oral.
  • Si se está recibiendo otro tipo de tratamientos a la vez que la quimioterapia.
  • Si anteriormente ya se han presentado estos síntomas.

Es importante comunicarlo al médico o enfermera cuando se experimenten estos signos de malestar, ya que probablemente se indiquen medicamentos preventivos (medicamentos antieméticos).

Otros factores que también influyen son:

  • Ser mujer
  • Haber tenido nauseas matutinas durante el embarazo
  • Ser joven
  • Tener niveles altos de ansiedad
  • Antecedentes de mareos por movimientos
  • Tendencia a vomitar cuando se está enfermo

A pesar de tener en cuenta estos factores, estos no indican con total certeza si se puede experimentar o no estos malestares. No todas las personas reaccionan de la misma manera a las quimioterapias, hay factores y características que pueden influir más o menos a la reacción de este tipo de tratamiento.

 

¿Estos síntomas se pueden prevenir o controlar?

Hay una variedad de medicamentos eficaces que ayudan a prevenir o controlar estas náuseas y vómitos, reciben el nombre de antieméticos.

Lo que está claro es que es mucho más fácil prevenir esta sintomatología que controlarla una vez empieza a manifestarse. Esta prevención consiste en empezar a tomar estos antieméticos antes de empezar el tratamiento y cada vez que haya posibilidad de manifestar este malestar. Lo más probable es que el médico indique tomar estos antieméticos 30 minutos o 1 hora antes del tratamiento. Como hemos dicho anteriormente, se pueden administrar por vía oral o intravenosa.

El tipo de antieméticos pautados dependerá del tipo de medicamentos que se administren durante el tratamiento y su probabilidad de causar estos efectos.

Algo muy importante que se ha tener en cuenta es que estos medicamentos no controlan al 100% las náuseas y vómitos, a cada persona le afecta de forma diferente y quizás se tenga que probar más de un antiemético antes de acertar con el idóneo que le dé alivio.

Aparte de los medicamentos, por aquí dejamos otros consejos que pueden ayudar a minimizar estos malestares:

  1. La alimentación puede jugar un gran papel en estas situaciones de malestar, por esa misma razón, aconsejamos realizar comidas en pequeñas porciones varias veces al día. Por ejemplo, en lugar de hacer 3-5 comidas al día, realizar entre 6-8 comidas. Y masticar despacio.
  2. Hay que evitar comer o beber demasiado a la vez, ya que sentirse muy lleno puede provocar que las náuseas sean más intensas.
  3. Importante: intentar no saltarse comidas, ya que ingerir algo de comida ligera antes del tratamiento puede ayudar a no tener estos signos de malestar. 
  4. Hay que evitar los alimentos que sean dulces, fritos, picantes o grasos. Si hay presencia de llagas en la boca se ha de evitar los sabores cítricos.
  5. Lo mejor es ingerir alimentos poco condimentados, blandos, secos y con aromas ligeros. Por ejemplo, galletas saladas, tostadas, avena y yogur natural.
  6. También se puede chupar caramelos de jengibre, menta o limón. Si esta opción no es de total agrado, siempre existe la opción de chupar fruta congelada como uvas, cerezas o sandía. O chiclés de menta o hierbabuena.
  7. Evitar los olores fuertes de la comida, estos olores pueden provocar más intensidad a las náuseas. Lo ideal sería pedir ayuda para preparar las comidas y poder mantenerse alejado/a de la cocina.
  8. Evita la cafeína
  9. Antes de comer, dar un paseo rápido para tomar aire fresco.
  10. La hidratación es importante, hay que beber mucho líquido, entre 2 y 3 litros al día. No se han de beber grandes cantidades de líquido de golpe, sino ingerir líquidos con lentitud y con frecuencia a lo largo del día. Recomendamos las bebidas frías y transparentes como té o refrescos de jengibre, agua con gas o bebida para deportistas.
  11. Descansar 2h después de comer. Lo idóneo es evitar acostarse de manera inmediata.
  12. La ropa holgada es una buena opción para sentirse más cómodo/a, sobre todo en la zona del estómago.
  13. También sirve realizar alguna actividad de agrado.
  14. Puede ser útil realizar técnicas de relajación como la meditación y respiración profunda o imágenes guiadas.
  15. Otra opción es plantearse realizar terapias complementarias como la acupuntura o la aromaterapia.

Si esto es de interés, lo ideal es que se comunique al médico y puede que él recomiende algún profesional especializado en pacientes que se encuentran en tratamiento oncológico.

Estos consejos son una ayuda complementaria para evitar los malestares, pero en ningún momento sustituyen la función de los medicamentos. Los medicamentos ejercen una función imprescindible y de primera línea contra estas náuseas.

 

Por último, si estos síntomas no mejoran/desaparecen después de tomar los antieméticos transcurridas las 24/48h, esto se ha de comunicar al médico. 

Si empiezas a sentir los siguientes síntomas, contacta con tu médico:

  • Tienes señales de deshidratación (mucosas secas, hipotensión, somnolencia,
    intolerancia de la ingesta).
  • El vómito dura más de 24 horas y no puedes retener líquidos en el estómago.
  • Empiezas a sentir rigidez en el cuello o te duele el pecho.
  • Vomita con intensidad.
  • Tienes mucha somnolencia, irritabilidad, confusión o agitación.
  • Vomitas sangre
  • Tienes fiebre de más de 38º
  • Tienes dolor abdominal

Consulta también los consejos sobre alimentación para personas que están recibiendo un tratamiento oncológico.

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