La escuela en un hospital

María Urmeneta desprende energía positiva. Es maestra y disfruta muchísimo con su trabajo, dice que es «un gran regalo». Todo empezó cuando María asistió a unas Jornadas en las que por primera vez oyó hablar de los niños hospitalizados y se dio cuenta de que no había pensado en ellos antes, en su escolarización, en su educación. Fue al Hospital de Sant Pau de Barcelona a ofrecerse como voluntaria en el servicio de Pediatría, para ofrecer actividades lúdicas para los peques que estaban hospitalizados, pero en lugar de jugar le propusieron si podía hacer clases a unos niños ya que era maestra. Así empezó este apasionante viaje que la ha llevado a ser la maestra de la Escola per a infants del Hospital de Sant Pau de Barcelona durante los últimos 27 años.

¿Por qué existe una escuela en un hospital?

La razón de la existencia de la escuela es hacer efectivo el derecho que tiene todo niño y adolescente a la educación. Así se manifiesta en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, la Carta Europea de los Derechos del niño hospitalizado; la LISMI (Ley de Integración Social del Minusválido), el Pacte per a la infancia y otras leyes, tanto de Cataluña como del Estado.

En el caso del Hospital de Sant Pau, el Servicio de Pediatría es pequeño. Básicamente la atención más continuada es la que ofrezco a niños con enfermedades hematológicas, oncológicas o a los niños que se prevé que tendrán una hospitalización más o menos larga, de más de una semana, por traumatismo, diabetes, problemas renales o cualquier otra causa.

¿Cómo funciona la escuela?

Cada mañana sé los niños que han ingresado, puede ser que venga derivado de otro hospital, o que se le hayan hecho pruebas en régimen ambulatorio y el diagnóstico implique hospitalización o la noche anterior ha venido de urgencias y ha quedado ingresado, dispongo de la información del motivo de ingreso y otros datos que pueden ser importantes. Voy a la habitación y me presento, les informo que hay una escuela en el hospital, gracias al convenio subscrito entre el Hospital y el Departament d’Ensenyament, y les ofrezco la opción de trabajar para seguir el curso como sus compañeros. A lo largo de esta presentación, solicito al niño, niña o adolescente que se presente, que me explique a qué escuela va, como le va el curso, como son sus profesores, sus compañeros, etc.

Tras este primer contacto, me paso al día siguiente. Cuando la familia y el niño, niña o adolescente sabe finalmente los resultados, están informados y saben que tendrá que estar tiempo concretamos cómo gestionar el tema de sus estudios.

Las clases se imparten en las habitaciones, son clases personalizadas de 1 hora cada día, pero luego le quedan deberes por hacer. Procuras quedar con una hora en concreto con cada niño, aunque si se encuentra mal lo modificas. Lo importante para mí es que mantengan el interés para hacer estas clases, que trabajen, que sigan el currículum que les corresponde según su edad y, si se han dedicado, que aprueben a final de curso y el siguiente sigan con sus compañeros de siempre. ¡Esto también es muy importante!

¿Qué aspectos diferenciales hay entre una escuela al uso y la escuela de un hospital?

Lo más importante es que siempre hay que tener en cuenta la situación del niño. Quizá un día se encuentra mal y entonces hacemos una actividad que le gusta más. Si está cansado paras, si está mejor continúas.

Para mí lo más importante pasa cuando entras en una habitación, ves que la persiana está bajada y el alumno de espaldas a la puerta, todo tapado, o está desanimado y no quiere saber nada de nada ni de nadie, o está preocupado por cómo se encuentra o por las mil cosas que pasan por la cabeza de un paciente pediátrico con una enfermedad que puede llegar a implicar riesgo vital. Pero después de estar contigo sales de la habitación y hemos podido subir la persiana, hablar, reír, estudiar…y que el niño está en la cama incorporado y con otra expresión en la cara. Esto es lo realmente importante y es cuando me pregunto «¿qué más puedo pedir en mi vida profesional? Pues muy poco más.»

Yo estoy aquí como maestra, pero el modelo educativo es mucho más amplio que unos contenidos. Para mi tiene muchísimo más valor el hecho de que salga de la habitación y él se quede allá más animado. Sí que es verdad que tienes que responder a unos contenidos, pero hay una dimensión mucho más trascendental que en la vida ordinaria.

Tienes un niño que se encuentra mal y tienes que ajustarte siempre al momento en el que está. Escribí un artículo en el que mencionaba «la docilidad de la flexibilidad» porque tienes que ir sorteando las cosas del día a día y adaptarte al estado del niño, siempre, siempre primero es el niño, así lo considero como persona y como maestra.

¿Cómo funciona la relación con la escuela del niño hospitalizado?

Primerome aseguro de que la escuela está informada y de cuál es la información que han recibido, ya que yo nunca paso información médica, por respeto a la situación, por el derecho a la intimidad, así como por las leyes que -como profesionales- nos atañen en este aspecto. Contacto con la escuela y se establece un plan individualizado para ese niño.

Una opción que brindo es la de ir a la escuela a hablar con los compañeros de clase del niño porque lo encuentro fundamental. El resultado es altamente gratificante para todos los implicados. Voy a hablar a un grupo de niños para decirles básicamente, porqué éste es el mensaje fundamental, que un amigo o compañero suyo está viviendo una circunstancia adversa y les interpelo a que se planteen qué van a hacer por él. El hecho que vaya yo, como maestra en el hospital, tiene la ventaja que puedo contestar a muchas dudas que se formulan sus amigos y que el profesor no podría contestar, como, por ejemplo: «¿qué hace todo el día?», «¿se encuentra mal, tiene dolor?», «¿tiene amigos?» ¿tiene el móvil? ¿está acompañado? ¿le puedo ir a ver?…

¿Cómo reaccionan los niños de la escuela cuando les explicas la situación?

Te encuentras de todo. Hay muchos niños que lloran o que tienen muchas dudas; cuando salgo de la clase tienen que quedar confortados, en un ambiente de paz, de serenidad, esto es muy importante. Antes de entrar en la clase me he informado de si hay algún caso familiar similar para tenerlo en cuenta.

Lo que hago es leer la carta que el niño hospitalizado les ha escrito y también les ofrezco la opción de si quieren escribirle algo para llevarlo al hospital para dárselo al cabo de un rato al amigo hospitalizado. Y les animo -tanto a ellos como al tutor o la maestra que está en la clase- a que mantengan a lo largo de todo el período de la enfermedad la relación; además hoy en día, con las tecnologías y las redes sociales es facilísimo.

Recuerdo una anécdota de una adolescente que era la amiga del alma de la adolescente enferma y me preguntó «¿ha hecho amigos allá?». Ella sufría por perder a su gran amiga, por ser substituida por otra adolescente que estuviera en el hospital.

¿Cómo trabajas con los profesores de la escuela de ese niño?

Con el profesor empiezo el seguimiento. Cada centro trabaja diferente (libros, plataformas, proyectos, etc.) pero siempre tiene que haber el compromiso de la escuela. Una cosa es que el alumno no pueda, pero otra cosa es que los profesores no se impliquen y no respondan, cosa que puede hacer pensar que se han olvidado del alumno. No se puede olvidar que es su alumno.

A veces tengo que plantearle al profesor que me mande la información pronto porque sé que después el niño tendrá quimio y aquellos días y la siguiente semana no se encontrará bien. El mes laboral del niño no son los 20-25 días, quizá se reducen a 15 o menos por lo que se tienen que adaptar los contenidos para cada alumno según su estado.

Por otro lado, en general los exámenes son los mismos que los de sus compañeros. Aun así, si por ejemplo en el examen de un tema concreto hay una pregunta que no hemos podido trabajar, pongo “no evaluable” y así lo considera el profesor de su centro que es quien lo corrige.

El niño hace el examen en la habitación. Para ellos es importante porque más o menos aportas una «normalidad» en su vida y también porque es otra manera de hacer presente a sus compañeros -y al claustro- que a pesar de lo que está viviendo sigue preparándose para el futuro.

Cuando hago conferencias en las universidades a alumnos de pedagogía, de formación del profesorado, etc. me doy cuenta de que falta mucha formación sobre el niño enfermo y es necesario tomar consciencia de ello. Empiezo las conferencias dirigidas a futuros maestros diciéndoles «si de alguna cosa estoy segura, y pondría la mano en el fuego hoy, es que si vosotros ejercéis vuestra profesión tendréis un niño enfermo crónico».

Por suerte se ha reducido la mortalidad infantil, pero en muchos casos hay situaciones crónicas. El alumno que en P4 pasó un tumor, cuando está en 1ero de secundaria quizá tiene algo relacionado con la enfermedad y el maestro tiene que estar preparado. Y este alumno ha vivido unas circunstancias que puede ser que en momentos concretos se posicione o actúe de una manera que no se esperaba. Se tiene que tener presente.

¿Qué pasa una vez el niño acaba su periodo de hospitalización?

Cuando acaba el período de hospitalización, se solicita al Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya la atención educativa domiciliaria, un servicio que se ofrece para la educación obligatoria (primaria y secundaria) cuando el niño estará más de 30 días sin ir a la escuela. Como norma, en niños con enfermedades oncológicas se brinda este servicio durante 1 año ya que seguramente será el tiempo que el niño no podrá asistir a su escuela de forma regular por temas de asistencia al hospital de día para recibir quimio, o para pruebas médicas o para prevenir posibles contagios e infecciones que para ellos puede implicar un riesgo

Este servicio funciona desde hace años en muchos países europeos así como en diversas comunidades autónomas del Estado Español, como Andalucía, Madrid, el País Vasco, etc.

También hay niños que vienen regularmente al Hospital del Día. Cuando llegan hacen la analítica entre 08:00h-09:00h y como hasta las 12:00h no saben los resultados, quedo con ellos para hacer algún trabajo o repasar alguna materia o algún proyecto de la escuela que llevemos entre manos.

¿Qué pasa cuando un niño hospitalizado es de otro país?

A veces llegan pacientes de otros países y otras culturas y hay que adaptarse. El problema con el que nos encontramos en muchos casos es que hay niños que quizá se han pasado 2 años de tratamiento y se han «olvidado» de la escuela por circunstancias diversas. Tienes que hacer un trabajo diferente con ellos ya que, en muchos casos, a nivel familiar, no viven la importancia de la escolarización, han dedicado todas sus energías al tema de la salud y el educativo ha quedado postergado.

Cuando están hospitalizados trabajamos igual que con el resto. Luego cuando ya no están en el hospital y vienen al Hospital del Día les doy clases, así como otros días a lo largo de la semana que establecemos y acuden, únicamente, a hacer clase.

La opción del profesor a domicilio se ofrece a niños matriculados en Catalunya, pero si veo que hay un interés por parte del niño, y el compromiso de sus padres, a seguir formándose después de la hospitalización les planteo este servicio y excepcionalmente la escuela de nuestro hospital actúa como si fuera el «centro» de ese niño, como si estuviera matriculado en la escuela del hospital para que pueda acceder a este servicio.

¿Qué te han enseñado a ti los niños enfermos?

Muchísimas cosas, su entereza, fortaleza, el valor de la vida, como piensan en los demás, etc. y también el sentido de la palabra «solidaridad».

Durante más de una década fui la responsable pedagógica de la Fundación de Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia. Recuerdo en una de las semanas de esquí en la que iba como responsable, vino Guillermo, un niño de 6 ó 7 años, ciego. Les dije a sus compañeros que Guillermo no lo tenía tan fácil como ellos y que no lo podíamos dejar abandonado. En la entrada del hotel había unas escaleras, pero no había ni una sola vez en que Guillermo estuviera solo frente esas escaleras. Entre todos los de su grupo -y de los otros grupos- se creó una ola de solidaridad para ayudarle, nunca estaba solo, siempre uno u otro estaba pendiente de él. Una experiencia inolvidable, como lo han sido en otras ocasiones en las que han participados niños a los que se les ha amputado algún miembro, o estando allí se han encontrado mal… siempre todos ellos han recibido el cuidado de los otros participantes, además del de los adultos, ¡claro está!

Todo esto queda en el recuerdo. Estoy segura de que a estos niños esto les ha marcado y si hoy ven a un invidente seguramente se le acercarán y le preguntarán «¿le ayudo?».

Nadie elige una enfermedad ni se siente bien pasándola, pero me he encontrado formulando la pregunta a alumnos que han pasado un cáncer: «si volvieras a nacer y pudieras decidir entre pasar la enfermedad y no pasarla, ¿qué elegirías?» y muchos me han contestado que escogerían pasarla por cómo les ha formado y cómo les ha hecho ver la vida de otra manera. Se ven más posicionados, tienen más sentido de la vida y se sienten mucho más solidarios. ¡Son excepcionales!

¿Recuerdas alguna anécdota especial con alguno de tus alumnos?

Hay muchísimas, pero ahora recuerdo especialmente una que me pasó al principio de trabajar aquí en que una niña me miró y me dijo «María, ¿me cambiaríais las venas?»

En la quimio muchas veces las venas se resienten muchísimo y cada pinchazo es un martirio tanto para el niño como para enfermería. Y como la niña vio que las mías son muy claras me hizo esta pregunta. ¡Qué situación tan difícil! ¿Cómo responderle? Mi respuesta fue realista, entrañable y emotiva.

¿Qué le dirías a una persona que se plantee ser maestro o profesor de hospital?

Lo más importante es venir porque quieres y porque crees que te sientes capaz. Luego tendrás que ir comprobando que lo que tú en la teoría creías que eras capaz realmente lo eres.

Entras en un mundo muy especial y no puede entrar cualquier maestro o profesor, no hemos estado formados para ello, para vivir en un mundo de batas blancas entre el sufrimiento, el dolor y la muerte. Porque si este profesional se va a sentir mal, también se puede sentir mal el alumnado. Hay situaciones duras y niños que no superan la enfermedad, por lo que tienes que tener la serenidad, el equilibrio emocional, la fortaleza para vivir estas experiencias. Tienes que sentirte y estar preparado. Yo creo que no te puedes marcar una distancia emocional, yo no quiero distanciarme emocionalmente de una situación tan vital, sí que has de saber gestionarlo. Realmente hay muchas maneras de vivirlo y, en términos generales, todas son lícitas.

Si trabajas muchas horas al día y las vives mal y no lo puedes soportar, ¿cómo entras a trabajar al día siguiente? ¿cómo se puede sentir el niño o la niña? ¿y sus padres?

Pero si tienes el privilegio de vivir y acompañar en estas situaciones con serenidad y en paz son experiencias que quedan en tu vida y te moldean.

 

*Desde la Fundación Josep Carreras queremos agradecer la colaboración de María Urmeneta y del Hospital Sant Pau en esta entrada del blog. Juntos…¡Imparables!

El poder de una sonrisa

Hace muchos años en Suiza había dos hermanos: André y Jan, de 10 y 11 años respectivamente. El pequeño André tuvo un accidente y se cortó un pie. Tuvo que estar hospitalizado mucho tiempo para recomponérselo quirúrgicamente. Como hace ya muchos años de esto, en esa época no había tantas opciones de visitas y el pequeño André se pasaba muchos ratos solo y desorientado. Por las tardes le visitaba su madre, Theodora, una mujer vital, creativa, que tocaba instrumentos, que se inventaba historias…para André era su ventana de evasión que le permitía seguir sintiéndose niño.

Pasados los años, André se recuperó y cuando fue mayor le llegó la noticia que su madre estaba enferma. El dejó su trabajo, lo dejó todo para volver a casa a cuidarla igual que ella hizo por él. Cuando la madre falleció, los hermanos decidieron rendirle un homenaje y contrataron a un artista para que hiciera algo parecido a lo que ella hizo con André durante su estancia en el hospital.

Esta acción tuvo tanto éxito e impacto que decidieron crear la Fundación Theodora.

Así comenzó todo: con la ilusión de cumplir un sueño que ha llegado a más de 125 hospitales de 8 países en todo el mundo: Suiza, Inglaterra, Bielorrusia, China, España, Italia, Turquía y Francia para llevar la sonrisa a los niños.

Fundación Theodora es una de las entidades que desarrollan esta admirable labor. Entre sus artistas tienen profesionales de clown, músicos, magos, actores de teatro…

Hemos tenido la ocasión de conocer a dos de estos artistas. Cuando les preguntas sobre qué tiene que tener un artista hospitalario, ellas contestan con una frase que nos llama la atención «captar el wifi de la habitación», refiriéndose a ser conscientes de lo que se está viviendo allí dentro y la sensibilidad de saber adaptarse al ambiente que te puedes encontrar en cada habitación de hospital.

Se trata de héroes anónimos que regalan su mejor versión, su sonrisa cálida, sus travesuras, su agudeza e ingenio a los pequeños hospitalizados y a sus familias.

Ellos son la risa en medio de un entorno gris, la alegría en un espacio donde predomina más el silencio y la preocupación.

Los artistas que visitan los hospitales son profesionales formados de una gran calidad humana. Son muy conscientes de que ellos no son los protagonistas, el centro de todo siempre son los niños.

Estos artistas son la herramienta que permite que se cambie la atmosfera del hospital.

Tanto Fundación Theodora como Pallapupas a quién también hemos conocido, tienen dos programas o proyectos a destacar en el ámbito de los más pequeños:

-Programa planta de hospital: Los artistas llevan su experiencia y sus herramientas a las plantas y habitaciones de los hospitales, pero lo casan con lo que se encuentran en cada espacio. Cuando el artista llega al hospital para empezar su trabajo, primero tiene un contacto directo con el personal sanitario a fin de conocer los diferentes pacientes que hay ingresados. Existe un protocolo hospitalario que se debe seguir en el día a día de estas visitas. 

No hay un tiempo estipulado para cada visita, todo depende de cómo se encuentre el pequeño, de sus necesidades.

-Programa de acompañamiento quirúrgico: Se ha comprobado que el momento de mayor tensión emocional tiene lugar cuando el niño entra en quirófano. Los artistas van desde la habitación hasta el mismo quirófano, reduciendo los niveles de estrés. Durante la intervención están en sala de estar acompañando a la familia y en la sala del despertar para que sean lo primero que el niño ve. Los médicos tienen comprobado científicamente que los niños necesitan menos dosis de anestesia para la intervención porque van más relajados y esto se traduce en que la recuperación posterior es mejor gracias a esa dosis menor de anestesia.

En España hay muchas entidades que ofrecen artistas hospitalarios. Te pasamos a enumerar algunas de ellas:

Queremos quedarnos con un vídeo que ejemplifica el trabajo de los artistas hospitalarios y el poder que puede tener una sonrisa. A todos ellos: GRACIAS por llenar de alegría los hospitales.

El trasplante de médula ósea: substituir la fábrica de la sangre.

El trasplante hematopoyético (o de células madre de la sangre) es otra opción de tratamiento que puede aplicarse en determinados pacientes. La médula del enfermo, productora de células malignas, es destruida mediante la administración de dosis altas de medicamentos y radioterapia, y reemplazada por una médula sana. Esta última puede proceder de un donante (trasplante alogénico o trasplante haploidéntico), o bien del propio enfermo (trasplante autogénico o autólogo).

Si bien tradicionalmente los trasplantes hematopoyéticos se realizaban con progenitores hematopoyéticos de médula ósea (trasplante de médula ósea), en la actualidad se efectúan trasplantes con progenitores obtenidos de la sangre venosa (sangre periférica), tras haber estimulado el paso de progenitores hematopoyéticos de la médula ósea a la sangre, y de la sangre de cordón umbilical, muy rica en progenitores hematopoyéticos, obtenida en el momento del parto.

Mediante este post queremos ofrecerte muchos recursos que pueden serte de gran utilidad si tú mismo o un familiar tiene que someterse a un trasplante de médula ósea.

  • La Guía del trasplante de médula ósea para pacientes. Es un documento-guía exclusivamente enfocado a pacientes y sus familias que, utilizando un lenguaje sencillo, explica todos los pasos de un trasplante de médula ósea: ¿qué ocurrirá?, ¿por qué debe hacerse?, ¿qué complicaciones puede haber?… En este recurso se tratan todos los distintos tipos de trasplantes de médula ósea. Este documento ha sido preparado y rigurosamente dirigido por el Dr. Enric Carreras, hematólogo y director médico de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia. Puede leerse online AQUÍ y/o descargarse.

Infografía sobre el trasplante alogénico de médula ósea (procedente de donante). Puedes descargarla también AQUÍ.

  • “El viaje de Pedro”. Este es el nombre de un vídeo divulgativo sobre trasplantes de progenitores hematopoyéticos (médula ósea, sangre periférica y sangre de cordón umbilical) editado por la Fundación Más que Ideas y el GETH (Grupo Español de Trasplantes Hematopoyéticos. 

El Viaje de Pedro: vídeo informativo sobre el trasplante de progenitores hematopoyéticos

  • ¿Qué enfermedades pueden necesitar un trasplante de médula ósea para su curación?. ¿Todas estas enfermedades son leucemia o cánceres en general? No, hay otras dolencias no neoplásicas que también pueden requerir de esta intervención. Puedes leer sobre este asunto en la web de la Fundación Josep Carreras.
  • “Me gustaría conocer a otros pacientes de leucemia, linfoma… que hayan pasado por un trasplante de médula ósea pero no sé ni por dónde empezar”… ¿Es esta tu situación? No te preocupes. Puedes leer multitud de testimonios de pacientes, muchos de ellos trasplantados, en la sección de nuestra web de testimonios IMPARABLES. También puedes acceder al foro de pacientes y ex-pacientes de la Fundación Josep Carreras, un grupo de personas que se apoyan y aconsejan para vivir esta situación de la mejor manera posible. Puedes acceder al foro desde AQUÍ. Si resides en España, también puedes ponerte en contacto con nosotros enviándonos un correo electrónico a comunicacio@fcarreras.es para que te ayudemos a ponerte en contacto con otras personas que se han sometido a un trasplante de médula ósea.
  • También puedes consultar otros enlaces interesantes AQUÍ.
  • Si eres de América Latina y resides en un país que no tiene registro de donantes de médula ósea pero necesitas un trasplante de donante, encontrarás mucha información en este otro post de nuestro blog.

 

Esperamos que esta información te haya resultado útil y te deseamos mucha suerte.

Cuando el tratamiento no es solo quimio…

La Dra. Anna Barata es psicooncóloga en el Servicio de Hematología Hospital de Sant Pau e investigadora del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. Es licenciada en psicología por la Universidad Ramón Llull y doctora por la Universidad Autónoma de Barcelona con el estudio de las repercusiones que el trasplante de médula ósea tiene en la calidad de vida de los receptores.

La importancia de la ayuda psicológica

¿Qué es la psicooncología?

La psicooncología es una disciplina de la psicología que tiene como objetivo atender e investigar el impacto que las enfermedades oncológicas y su tratamiento tienen en las personas afectas y en las de su entorno. De manera general se podría decir que la psicooncología evalúa la relación entre la enfermedad oncológica y el funcionamiento psicológico, conductual y social.

Específicamente se traduciría en el estudio de las variables o factores de riesgo (tratamientos, enfermedades) que se asocian al malestar psicológico como la depresión, la ansiedad, el insomnio o la fatiga, entre otros; y el impacto que pueden tener en el curso de las enfermedades y en la calidad de vida. Esta información permite incrementar la atención clínica a determinados grupos de pacientes que tienen más riesgo de presentar malestar o peor calidad de vida, desarrollar programas de intervención, promover conductas asociadas a un mejor resultado del tratamiento (como la adherencia al tratamiento) o incrementar las conductas preventivas y reforzar hábitos saludables (por ejemplo, programas para dejar de fumar o promover ejercicio físico).

¿Todos los servicios de Oncología o Hematología tienen un equipo de psicooncólogos? ¿Es obligatorio?

La relación entre los aspectos físicos, psicológicos y sociales es incuestionable. También lo es el hecho que recibir el diagnóstico de una enfermedad oncológica y seguir los tratamientos asociados (quimioterapia, radioterapia, trasplante) tiene un impacto significativo a nivel emocional y en la calidad de vida, tanto de la persona afecta como en las personas del su entorno. Por todos estos motivos, es necesaria la figura de un psicooncólogo en servicios que atienden a pacientes con cáncer. En los últimos años se han ido incorporando más profesionales en estos servicios, aunque todavía no se ha hecho de manera completa.

¿Qué relación puede tener la psicooncología con otras terapias tipo musicoterapia o terapia con animales?

La musicoterapia, la terapia con animales o también el arteterapia, son terapias que buscan mejorar el bienestar del paciente con estas técnicas. Cuando se llevan a cabo en pacientes con patología oncológica se podría considerar que son parte de la psicooncología.

 

¿Cómo encarar el diagnóstico?

¿Cuál es la mejor manera de encarar un diagnóstico como la leucemia?

El diagnóstico de una enfermedad grave como la leucemia puede tener un impacto emocional muy significativo. No hay una “mejor manera” estándar que se tenga que seguir, sino que es importante que cada persona pueda encontrar su “mejor manera” de convivir con la enfermedad, el tratamiento y las repercusiones que tendrá en su día a día. Y hay tantas maneras como diferentes somos unos de otros. El objetivo es que cada uno pueda convivir con la enfermedad y pueda hacerse cargo de las indicaciones que los equipos asistenciales (médicos, enfermería, nutricionistas) les hagan. La necesidad de información, de buscar ayuda o de hablarlo con el entorno, por ejemplo, dependerá de cada uno de los pacientes y de los recursos personales con los que cuenten. Planteo “convivir con la enfermedad” en lugar “de asumirla” porque es posible (y esperable) que durante todo el transcurso del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad del estado de ánimo se vea afectado, y es normal que sea así. El objetivo no es no-estar triste, sino poder estar triste, pero pedir ayuda cuando el ánimo es bajo e interfiere en las actividades del día a día.

¿Y si la leucemia, el mieloma…es crónico? ¿El enfoque es diferente? ¿Cómo se ayuda en este caso?

El impacto del diagnóstico de una enfermedad crónica siempre es significativo. En este ámbito también ha habido avances muy importantes en los tratamientos, pero el diagnóstico sigue estando asociado a miedo y a incertidumbre. El objetivo sigue siendo poder aprender a convivir con la enfermedad: los controles frecuentes, la toma de medicación, las recomendaciones que hagan los especialistas y el miedo a que se agrave. Los controles frecuentes con el especialista y estar pendiente de los síntomas de alarma facilitan un control adecuado de la enfermedad.

¿Cómo afecta la actitud del paciente en el tratamiento? ¿Hasta qué punto es importante tener una actitud positiva?

La actitud del paciente es muy importante, y en este sentido es fundamental que el paciente se haga cargo de la enfermedad, el tratamiento, las limitaciones y las recomendaciones que los profesionales sanitarios le indiquen. La actitud positiva será de ayuda, pero en ocasiones no será posible mantenerla en tanto que el paciente no se encuentre bien o se encuentre triste y cansado. Estos también son estados normales que se deben expresar y dejar sentir. Expresar la tristeza o el cansancio no quiere decir que no se tenga una actitud positiva; sino que hay determinados momentos en que se está triste, y es lo que es lógico, pues la vida ha cambiado. En ocasiones el entorno se preocupa al ver el paciente triste o cansado y pide que se esfuerza por mantener una actitud positiva. Si no se tiene en cuenta que habrá momentos en que el paciente se encontrará más “bajo”, el paciente sentirá que no se le comprende y se sentirá más solo.

Estar triste no significa estar deprimido, y la tristeza y el cansancio pueden convivir con las ganas de vivir. Sí que hay que estar alerta cuando la tristeza o el desánimo afectan el día a día de manera continuada, cuando hay una actitud de desinterés general, cuando no hay ilusiones o se disfrutan las aficiones, cuando no hay ganas de vivir o cuando no se siguen las indicaciones médicas. Se debe consultar con los especialistas en caso de detectarse estos síntomas.

¿Cómo se da la información médica a los pacientes? ¿Todos los pacientes deben saberlo todo?

En el intercambio de información entre profesionales sanitarios y pacientes intervienen muchas variables. Por un lado, intervienen variables vinculadas al propio profesional (cada uno tiene una determinada manera de expresarse y comunicar buenas o malas noticias). Por otra, intervienen las variables relacionadas con los pacientes (edad, nivel de comprensión, referentes culturales o sociales). Es importante que la información que se dé esté adaptada a las características personales de cada paciente, en tanto que facilitará su comprensión, que puedan hacerse cargo y se sigan las indicaciones. La cantidad de información la determinará cada paciente en función de sus recursos personales, estilo de afrontamiento y de cómo pueda interiorizarla. Es importante que los pacientes pregunten lo que quieran saber, y si buscan información fuera del ámbito hospitalario, como puede ser internet, la confirmen con los profesionales sanitarios de referencia

¿Cómo explicarlo a la familia? Si el paciente es un niño, en un adolescente, un padre / madre, un abuelo…

Aunque determinados tipos de leucemias siguen siendo graves, en los últimos años se han producido avances muy significativos en los tratamientos. Y estos nuevos tratamientos están disponibles en los hospitales de nuestro entorno. Este es el mensaje fundamental que transmitir cuando se recibe y se decide compartir el diagnóstico con el entorno familiar. La posibilidad de dar más detalles debe estar muy ajustada a la capacidad evolutiva o madurativa de la persona con quien lo compartimos, es decir, que la persona a la que le explicamos pueda entender lo que se le explica. Se recomienda que sea la persona afecta la que lo cuente a las personas del entorno si es posible. En ocasiones puede ocurrir que el paciente o el entorno piense que los hijos o los padres mayores no podrán entender o se preocuparán demasiado y deciden no explicárselo, pero la información les acaba llegando por otras personas del entorno, y en ocasiones de manera de distorsionada. El sufrimiento en estos casos es aún más importante y puede poner en peligro la relación de confianza que se tenga. Este aspecto es fundamental en el caso de los niños. Los niños captan que está pasando algo importante y pueden buscar ellos las explicaciones, pudiendo llegar a pensar que como hijos han hecho algo mal, o que la enfermedad es más grave de lo que es. Por estos motivos se recomienda que sea la propia persona afecta o alguien muy cercano que explique a sus familiares más cercanos que padece una enfermedad que puede ser grave pero que tiene tratamiento y que los médicos y enfermería están haciendo todo lo posible para tratarlo.

(Por desgracia) el cáncer es también cosa de niños: la importancia de explicarles las cosas bien

En el caso de los niños, ¿qué especificidad tiene el papel del psicooncólogo? ¿Y en los adolescentes?

Los niños y los adolescentes tienen características evolutivas y madurativas específicas y diferenciales de los adultos. Entre estas características está la manera en que expresan sus emociones, sus preocupaciones y sus necesidades. Por ejemplo, los niños tienden a expresar los síntomas de depresión mostrándose más enfadados o irritables. También lo expresan más a través de dibujos y no tanto a través de las palabras. En ocasiones hablan de la muerte a través de adivinanzas o de personajes de cómics. Los adolescentes pueden expresar también los síntomas depresivos mostrándose más enfadados o rebeldes, y pueden hablar de la muerte o del miedo a morir a través de series de televisión o de cómics. También con la postura, el tono de voz o la mirada, expresan miedos o sensaciones desagradables que no verbalizan. Es importante conocer los rasgos diferenciales y madurativos de los dos grupos de edad para poder detectarlos y ayudarles adecuadamente.

En el caso de los niños, ¿qué necesidades psicológicas tienen? ¿Y los padres? ¿Y los hermanos?

Un niño necesita apoyo y seguridad, por lo que es importante mantenerse cerca de él física y emocionalmente. Son niños que han tenido que afrontar numerosas situaciones estresantes desde el diagnóstico de la enfermedad oncológica: pruebas invasivas, malestar, y desvinculación de su entorno habitual para hospitalizaciones prolongadas. En ocasiones reaccionan enfadándose con los padres para creer que no les “protegen” o “evitan” el sufrimiento y si no pueden expresarse se aíslan. Pueden manifestar ansiedad ante una situación en la que la actividad física está restringida. También pueden sentirse culpables por conductas que han hecho, por pensamientos que han tenido, o por creer que están provocando malestar en su entorno. Pueden sentirse también irritables, tristes, indefensos, indecisos o avergonzados por los cambios físicos, o por no poder estar con sus compañeros. Es también común el miedo a encontrarse solos, o no poder controlar los síntomas que presentan como náuseas y vómitos, fatiga o dolor.
Los padres pueden sentir temor a no saber manejar la situación, a no saber ayudar al niño de la manera adecuada o a abordar la enfermedad, el tratamiento y el pronóstico con el niño y sus hermanos. En este sentido es fundamental utilizar palabras que el niño entienda, y hablar a través de dibujos, cuentos o historias que él quiera compartir. De este modo se podrán explorar sus miedos, compartirlos y clarificarlos, sobre todo enfatizando que él no tiene ninguna responsabilidad. El asesoramiento del equipo que los atiende puede ayudar a evitar la sobreprotección y el ocultamiento de información y asesorar en cómo comunicarse con el niño o la niña. Es importante que los padres tengan la información clara sobre la situación del hijo/a y el pronóstico, que es lo que facilitará que se puedan ir adaptando a cada una de las fases de la enfermedad y el tratamiento.

Se recomienda también informar a los hermanos de lo que está pasando y no apartarlos. Los niños captan los cambios en el estado de ánimo de sus familiares y los cambios en sus rutinas. Si no se les explican los motivos pueden reemplazar la falta de información con fantasías y sacar sus conclusiones, que muchas veces pueden no ser adecuadas. La vida de los hermanos también cambia. Tienen miedo por la vida del hermano enfermo, miedo a enfermar ellos y miedo a morir. En este contexto, además, reciben menos atención por parte de sus padres, lo que les puede enfadar y puede que les cueste entender la gravedad del hermano si no hay cambios físicos evidentes. Es necesario que los hermanos tengan la información adaptada a su nivel evolutivo, que en la medida de lo posible se les incluya en las atenciones al hermano enfermo y que sean personas de confianza las que de manera estable puedan hacerse cargo de ellos cuando los padres no puedan. En caso de no poder recibir más tratamiento curativo, la posibilidad de atender al niño en el domicilio al final de la vida puede facilitar la implicación del hermano en la situación, puede fortalecer el vínculo entre ellos compartir juegos y también el despido. Las reacciones ante la muerte de un hermano son variadas: desde la no-respuesta aparente hasta la presencia de problemas de salud, pesadillas, agresiones, demandas de atención, dificultades escolares, resentimiento hacia los padres por no haber podido estar más cerca o más tiempo con el hermano. Poder informar al hermano de lo que está pasando, que el entorno familiar atienda al hermano, mantener una vida lo más normalizada posible e integrada en la situación de gravedad del hermano, facilitará la adaptación al proceso de morir y el despido.

¿Cómo se explica la enfermedad a un niño?

Toda la información que se dé a los niños debe estar adaptada a su capacidad de comprensión. Los niños saben lo que es estar enfermo y lo que es estar sano. Antes de llegar al diagnóstico posiblemente no se encontraban bien y ya se les han hecho diferentes pruebas. Es muy importante explicar y preparar a los niños para las pruebas, tratamientos, y en su caso ingresos, a fin de reducir el impacto emocional y esto se puede hacer explicándoles lo que se encontrarán (en el caso de ingresar como será la habitación, el tratamiento, etc.).

¿Es importante que se implique la escuela de alguna manera?

La continuidad en la atención siempre es importante. En este sentido, si los maestros y/o el personal educativo sabe que el niño/a ha sido diagnosticado de una enfermedad hematológica se podrá ajustar la actividad académica a la situación actual en la medida de lo posible (en ocasiones hay personal educativo en los hospitales y pueden estar en contacto con el centro educativo de referencia). También es importante coordinar la atención cuando el niño/a vuelve a clase ya que se puede seguir adaptando la tarea educativa de manera que la reincorporación pueda ser más satisfactoria. En ocasiones, los maestros hablan de la enfermedad en clase y facilitan que el resto de los compañeros lo hayan podido entender y acompañarlo satisfactoriamente, o participar de su despido si el tratamiento no ha sido satisfactorio.

Hay momentos clave en los que tener ayuda psicológica puede ayudar

¿En qué aspectos de la enfermedad y el tratamiento es importante contar con un apoyo psicológico?

Es importante poder contar con apoyo psicológico cuando el paciente o sus familiares lo piden o lo necesitan. En ocasiones puede ir ligado a momentos médicos concretos como el diagnóstico, el tratamiento, las hospitalizaciones, el enfrentamiento de los efectos secundarios o los efectos tardíos, la recaída a o la situación de los últimos días. Estos son momentos agudos que pueden suponer mayor malestar, pero la necesidad de apoyo psicológico puede darse fuera de esos momentos que hemos definido de manera amplia. Una situación que también puede conllevar malestar es haber finalizado el tratamiento activo, ya que muchas veces esto supone ir espaciando los controles médicos y las visitas al hospital. En este contexto hay pacientes que se pueden sentir menos controlados médicamente y más inseguros. En ocasiones no es fácil volver a organizar una cotidianidad que hasta hace poco tiempo estaba ocupada por las visitas al hospital y a diferentes especialistas. El miedo a recaer puede ser significativo e interferir o dificultar esta nueva etapa. Por estos motivos, el mensaje principal es poder pedir ayuda psicológica cuando el paciente lo necesita, y no tiene por qué coincidir con un momento médico agudo.

¿Y cuando el paciente ya está dado de alta?

La vuelta a casa después de un ingreso hospitalario puede ser difícil; especialmente si el ingreso ha sido en régimen de aislamiento y prolongado, es decir, cuando el paciente no ha podido salir de la habitación, las visitas de amigos y familiares han sido restringidas y se ha seguido una dieta especial por tener las defensas bajas. Todas estas limitaciones, junto a los efectos secundarios de los tratamientos recibidos, contribuyen a que los pacientes se puedan sentir frágiles y vulnerables. Durante el ingreso esta fragilidad se ve compensada por la posibilidad de avisar al equipo médico o de enfermería si presentan algún síntoma o malestar y se les atiende con rapidez.

El alta hospitalaria se da porque se considera que el estado del paciente ha mejorado, pero en ocasiones el paciente se sigue encontrando frágil y desprotegido sin la atención inmediata que ha tenido en el hospital. Además, una vez en casa, tanto pacientes como cuidadores deben asumir los cuidados y el tratamiento que hasta ahora daban los profesionales en el hospital, y en ocasiones incluye estar pendiente de los síntomas de alarma (fiebre, cambios en la piel, diarreas), medicación, poner inyecciones y mantener medidas estrictas de higiene. Además, se pide a pacientes y familiares que vivan cerca del hospital, por lo que muchos pacientes no pueden volver a casa y se quedan en alojamiento temporal alejados de familias o amistades de referencia. Por todos estos motivos, la vuelta a casa es un momento difícil, y los estudios apuntan que aumenta la sintomatología ansiosa, tanto en pacientes como en cuidadores. Para mitigar esa ansiedad es muy importante que tanto pacientes como familiares sepan cómo continúa la asistencia una vez el paciente es dado de alta en casa (números de teléfono donde se puede llamar, horario de Hospital de Día, urgencias).

¿Cómo se encara la primera quimioterapia?
La primera quimioterapia puede conllevar muchas emociones, y en ocasiones son diferentes. La primera quimioterapia puede suponer miedo, nervios y ansiedad por el desconocimiento de lo que es exactamente recibir quimioterapia. También por cuáles serán los efectos secundarios y cómo se tolerarán. Por otra parte, también se puede vivir con esperanza, anhelo y deseo ya que la quimioterapia es el tratamiento específico dirigido a la enfermedad hematológica de base.

¿6. Cómo se afronta se digiere una recaída?
Las recaídas de la enfermedad son situaciones tristes y angustiosas. Y lo son tanto en aquellos pacientes que no se encuentran bien previamente y que lo pueden temer, como en aquellos que no tienen ninguna sintomatología y se detecta en un control rutinario. El enfrentamiento a esta situación dependerá mucho de la enfermedad, el curso que haya tenido y las opciones terapéuticas que el equipo médico plantee.

¿Cómo ayudar a tu amigo o familiar con cáncer?

¿Cuál es el rol del cuidador? ¿Qué es el síndrome burn out del cuidador?

El cuidador es la persona encargada de atender a la persona que está enferma. En muchas ocasiones las atenciones hacen referencia a aspectos físicos, psicológicos y relacionados con el tratamiento. Una vez el paciente se da de alta en casa, el cuidador se encarga de estar pendiente de los síntomas de alarma (fiebre, cambios en la piel), manejo de la medicación (en ocasiones conlleva poner inyecciones) y de mantener medidas estrictas de higiene. En muchas ocasiones, los cuidadores no están suficientemente preparados para desarrollar todas estas tareas. En otras ocasiones las tareas que deben atender son múltiples y les queda poco tiempo para poder atender a sus propias necesidades. Como resultado se observan síntomas de estrés de forma continuada que se conoce también como el síndrome del burn out del cuidador. Es importante reforzar la educación a los cuidadores, y que puedan tener tiempo para atender sus propias necesidades médicas y tener espacios de descanso.

¿Cómo se puede ayudar a un amigo o familiar con cáncer, aunque no seas el cuidador principal?

Hay muchas maneras de ayudar a una persona con diagnóstico oncológico. En primer lugar, preguntando qué necesita u ofreciendo lo que creemos que puede necesitar. Pueden ser cosas muy sencillas. También puede pasar que no necesite nada, pero se sentirá ayudado si se siente acompañado y sabe que puede contar con personas que están disponibles para ayudarle en caso de necesitarlo. Hay personas que eligen estar solas y es igualmente importante respetar esta elección. Tanto es importante ayudar a la persona diagnosticada con cáncer, como a su cuidadores principales y familiares, en tanto que en ocasiones la principal atención está dirigida al paciente, y no tanto al cuidador quien también puede necesitar ayuda o acompañamiento.

¿Qué se hace cuando la enfermedad no tiene opciones curativas? ¿Cómo se le acompaña hacia el final de la vida? ¿Y si el paciente es un niño?

En este caso el objetivo será tratar los síntomas que presente (físicos, psicológicos) y clarificar lo que le preocupe para poder favorecer el mejor bienestar posible en todas las esferas, también familiar, social y espiritualmente. Es importante que el equipo informe de ello, independientemente de que el paciente lo pregunte o no. Hay personas que preguntan directamente si hay opciones curativas, otros no lo preguntan, pero eso no quiere decir que no lo quieran saber. Lo que hacen es no hablarlo. Es importante acompañar al paciente en esta etapa, tanto en lo que nos pida, como mostrándonos disponibles y cercanos. Los niños, al igual que los adultos, buscarán expresar sus emociones, temores y deseos, y buscarán respuesta a lo que les pasa en sus padres. Es importante que los padres puedan transmitir una información clara ajustada a sus capacidades de comprensión para que el niño no reprima sus temores, sus miedos o sus dudas callando. Es importante que la comunicación con los niños sea serena, sin dramatismos. Los adultos pueden mostrar su preocupación y tristeza, pero hay que transmitir confianza y asegurar al niño que estará acompañado en todo momento para darle seguridad.

 

¡Muchas gracias, Anna, por esta entrevista y por aclararnos tantos temas!

Recursos para pacientes con leucemia de América Latina

La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia tiene sedes en España, Alemania, Suiza y Estados Unidos. Cada sede es independiente y cuenta con proyectos propios. La Fundación Josep Carreras en España, cuya oficina están ubicada en la ciudad de Barcelona, tiene mucha actividad en redes sociales. Especialmente en FacebookTwitter e Instagram. Además, nuestra página web cuenta con mucha información de rigor y acreditada sobre todas las enfermedades malignas de la sangre. Es por ello que nuestra entidad se ha convertido en los últimos años en un referente informativo en lengua castellana entorno a la leucemia y los demás cánceres de la sangre. Por este motivo, recibimos diariamente muchas consultas y demandas de información tanto de pacientes y familiares españoles como latinoamericanos. 

Tenga en cuenta que, respecto a lo que nos comenta, lo lamentamos muchísimo, pero desde la Fundación Josep Carreras no podemos ofrecer ayuda económica para tratamientos individualizados. Al no ser nuestra Fundación un centro sanitario, no atendemos a pacientes ni tenemos acceso a productos farmacéuticos.

Los recursos de nuestra entidad no alcanzan, muy a nuestro pesar, a prestar este tipo de apoyo. De hacerlo, nuestros medios permitirían financiar el tratamiento de apenas un número limitado de pacientes. La mejor manera en que la Fundación puede favorecer a todas las personas que adolecen de esta enfermedad es ofreciendo ayudas a la investigación científica para conseguir que algún día las enfermedades de la sangre sean 100% curables. Por ello, empleamos nuestros recursos de manera que podamos beneficiar al máximo número posible de pacientes, actuales o futuros. Lamentablemente no todos los países tienen un sistema de seguridad social que cubra estos tratamientos y la Fundación José Carreras, siendo consciente de la situación, no puede paliar por si sola este importante déficit sanitario mundial.

Nuestra Fundación no es un centro sanitario por lo que no atendemos directamente a pacientes. Nuestra entidad trabaja con los hospitales españoles públicos y los registros de donantes de médula ósea extranjeros para ofrecer donantes voluntarios para pacientes que requieren un trasplante. La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia gestiona el Registro de Donantes de Médula Ósea, creado para atender los pacientes tratados en hospitales del sistema sanitario público español y que necesitan un donante voluntario. Nuestro registro está conectado a nivel mundial con todos los países del mundo que disponen de un registro similar. De esta manera, buscamos médula para pacientes españoles y ofrecemos donantes para pacientes extranjeros de países que disponen de un registro.

Los países de Latinoamérica que que disponen de un registro de donantes de médula ósea con acceso internacional y acreditado son:

México

Argentina

Brasil

Uruguay

Estos registros pueden iniciar una búsqueda de donante de médula ósea compatible a nivel internacional. Es por ello que pueden acceder a los más de 39 millones de donantes de médula ósea que hay en todos los registros del mundo y a las más de 700.000 unidades de sangre de cordón umbilical.

Los demás países latinoamericanos NO disponen de un registro internacional y, en muchos casos, tampoco de hospitales autorizados para realizar trasplantes de médula ósea no emparentados (trasplante alogénico no emparentado). 

1. Si el país donde reside y está hospitalizado el paciente NO dispone de un registro similar pero que tiene hospitales autorizados para realizar un trasplante de médula ósea alogénico, el equipo médico (NUNCA directamente el propio paciente), Colombia, por ejemplo, puede solicitar una búsqueda internacional a REDMO o a alguno de los registro anteriormente comentados (México, Brasil, Argentina, Uruguay) u otro registro internacional. En el caso de REDMO, el equipo médico debe dirigirse AQUÍ.

2. Si el país donde reside y está hospitalizado el paciente NO dispone de un registro similar y TAMPOCO cuenta con hospitales acreditados para realizar un trasplante de médula ósea alogénico, la única posibilidad es el traslado del paciente a un país que disponga de registro. 

En España, el traslado tiene que ser autorizado expresamente por los departamentos de relaciones internacionales sanitarias de los gobiernos de las Comunidades Autónomas españolas.

En España es la sanidad pública quien asume el tratamiento de los pacientes con nacionalidad española. Por este motivo, es extremadamente complicado que un paciente internacional pueda ser tratado en un hospital español público sin coste.

Tras estas consideraciones, hemos hecho un esfuerzo para intentar informar y orientar a todos estos pacientes que se dirigen a nuestra entidad sobre todo desde Latinoamérica. Por ello, y visto nuestro desconocimiento sobre los detalles de cada sistema sanitario, hemos realizado un listado de entidades de cada país de Latinoamérica que luchan contra el cáncer, la leucemia u otras enfermedades en cada país. No las conocemos directamente pero quizá esta referencia pueda serte de utilidad. También animamos a consultar las entidades en la web de la RED ALIANZA LATINA.

 

ARGENTINA

ALMA – cánceres de la sangre

ARCO IRIS PARANÁ – cáncer infantil

ARGENTINOS HASTA LA MÉDULA – donación de médula ósea

ASOCIACIÓN DE TALASEMIA ARGENTINA – talasemia

CENAELE – leucemia

FAOHP – onco-hematología pediátrica

FUCA – cáncer en general

FUNDALEU – cánceres de la sangre

FUNDACIÓN ARGENTINA DE MIELOMA – mieloma múltiple

FUNDACIÓN MARÍA CECILIA – onco-hematología infantil

FUNDACIÓN PULCCI – cáncer infantil

FUNDANEMIA – anemias

FUNDATAL – talasemia

FUNDACIÓN APOSTAR A LA VIDA – apoyo psicológico

FUNDAME – cáncer infantil

FUNDACIÓN NATALÍ DAFNE FLEXER DE AYUDA AL NIÑO CON CÁNCER – cáncer infantil

FUNDACIÓN MATEO ESQUIVO DE AYUDA AL NIÑO ONCOLÓGICO – cáncer infantil

FUNDAVITA – cáncer en general

LIGA ARGENTINA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER – cáncer en general

LINFOMAS ARGENTINA – linfomas, mielodisplasicas y mielofibrosis

 

BOLIVIA

FUNDACIÓN BOLIVIANA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER – cáncer en general

ASOCIACIÓN DE FAMILIARES DE NIÑOS CON CÁNCER – cáncer infantil

VOLUNTARIOS CONTRA EL CÁNCER INFANTIL DE BOLIVIA – cáncer infantil

ASOCIACIÓN BOLIVIANA DE HEMOFILIA ASBOHE – hemofilia

FUNDACIÓN NUESTRA ESPERANZA – cáncer infantil

ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE NIÑOS CON CÁNCER AFANIC – cáncer infantil

 

 

BRASIL

ABRAPAC – cáncer en general

ABRALE – cánceres de la sangre

AMUC – cáncer en general

ABRASTA – talasemia

VIDAS RARAS – enfermedades raras

FENAFAL – hemoglobinopatías

ONCOGUÍA BRASIL – cáncer en general

AVOS HOPE APOIO A CRIANÇA COM CANCER – cancer infantil

FUNDAÇAO DO CÁNCER – cáncer en general

FUNDAÇAO CENTRO DE CONTROLE DE ONCOLOGIA DO ESTADO DO AMAZONAS – cáncer en general

ASSOCIAÇAO PRO ANEMIA FALCIFORME APROFE – anemia falciforme

FEDERAÇAO BRASILEIRA DE HEMOFILIA – hemofilia

ASSOCIÇAO MARIA VITORIA AMAVI – enfermedades raras

CHILE

CANCER VIDA – cáncer en general

CORPORACIÓN NACIONAL DEL CÁNCER – cáncer en general

INSTITUTO NACIONAL DEL CÁNCER – cáncer en general

VI-DA – cáncer en general

FUNDACIÓN ARTURO LÓPEZ PÉREZ – cáncer en general

FUNDACIÓN NIÑO Y CÁNCER – onco-hematología pediátrica

CORPORACIÓN MAXI-VIDA CHILE – leucemia

REVIVIR AGRUPACIÓN DE APOYO PSICOTERAPÉUTICO A PERSONAS CON CÁNCER – cáncer en general

CONILE CORPORACIÓN DEL NIÑO LEUCÉMICO – leucemia infantil

 

COLOMBIA

FUNDACIÓN CHANITA – cáncer infantil

FUNDACIÓN COLOMBIANA DE LEUCEMIA Y LINFOMA – cánceres de la sangre

FUNDACIÓN CORAZÓN ROSA – cáncer infantil

FUNDACIÓN ESPERANZA Y VIDA – cáncer en general

FUNDACIÓN HOMI – cáncer infantil

LIGA COLOMBIANA CONTRA EL CÁNCER – cáncer en general

SANAR – cáncer infantil

SIMMON – cáncer en general

FUNCANCER – cáncer en general

FUNDEVIDA – cáncer en general

FUNDAYAMA – cáncer en feneral

FUNDACIÓN PAOLA ANDREA VELASQUEZ VIVAS – cáncer en general

FUNDACIÓN OPNICER COLOMBIA – cáncer infantil

 

COSTA RICA

AGALEMO – leucemia mieloide crónica

FUNDACIÓN ANA GABRIELA ROSS – cáncer en general

FUNDACIÓN GIAMALA – jóvenes con cáncer

FUNDREPA – drepanocitosis u otras hemoglibonopatías

ASOCIACIÓN NACIONAL SEGUNDA OPORTUNIDAD DE VIDA – enfermedades críticas, crónicas y degenerativas

ASLCCI – cáncer infantil

 

CUBA

SECCIÓN INDEPENDIENTE DE CONTROL DEL CÁNCER – cáncer en general

SOCIEDAD CUBANA DE HEMOFILIA – hemofilia y otros transtornos de la coagulación

 

ECUADOR

CEPREME – mujer con cáncer

JÓVENES CONTRA EL CÁNCER DE ECUADOR – jóvenes con cáncer

SOCIEDAD DE AYUDA CONTRA EL CÁNCER DE ECUADOR – cáncer en general

INSTITUTO DEL CÁNCER SOLCA – cáncer en general

FUNDACIÓN HEMOFILIA ECUATORIANA – trastornos de la coagulación

FUNDACIÓN GUAYAS AVANZA – apoyo a grupos de riesgo

 

EL SALVADOR

ASOCIACIÓN SALVADOREÑA PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER – cáncer en general

AYÚDAME A VIVIR – cáncer infantil

FUNDACIÓN AMIGOS DEL NIÑO CON LEUCEMIA Y CÁNCER – cáncer infantil

ASOCIACIÓN AMOR A LA VIDA – leucemia

ASAPAC – cáncer infantil

 

GUATEMALA

ASOPALEU – leucemia mieloide crónica

LIGA NACIONAL CONTRA EL CÁNCER DE GUATEMALA – cáncer en general

FUNDACIÓN METAMORFOSIS – hemofilia

ASOCIACIÓN GUATEMATELCA DE HEMOFILIA ONG – hemofilia

ASOCIACIÓN GUATEMATELCA HÉROES DE ESPERANZA – cáncer en general

ASOCIACIÓN PROCRECE GUATEMALA – enfermedades raras

AYUVI – cáncer infantil

 

HONDURAS

LIGA HONDUREÑA CONTRA EL CÁNCER – cáncer en general

FUHNICER – cáncer infantil

 

MÉXICO

AQUÍ NADIE SE RINDE – cáncer infantil

ALE – cáncer en general y trasplantes

AMANC – cáncer infantil

AMELEG – leucemia

AMLCC – cáncer en general

ASOCIACIÓN MEXICANA DE MIELOFIBROSIS – mielofibrosis

BE THE MATCH MEXICO – trasplantes de médula ósea

FUNDACIÓN CASTRO LIMÓN – cáncer infantil

FUNDACIÓN COMPARTE VIDA – leucemia

FUNALINH – linfoma no Hodgkin

LUZ DE VIDA – cáncer infantil

TODOS CON GIGI – cáncer infantil

UNIDOS – cánceres de la sangre

FHRM – hemofilia

ALIANZA ANTICÁNCER INFANTIL – cáncer infantil

VOLUNTAD CONTRA EL CÁNCER – cáncer infantil

CASA DE LA AMISTAD PARA NIÑOS CON CÁNCER – cáncer infantil

GANAC – cáncer infantil

 

NICARAGUA

MOVICANCER – cáncer en general

FUNDACIÓN ALAS DE VIDA – leucemia mieloide crónica

MAPANICA – cáncer infantil

 

PANAMÁ

ASOCIACIÓN NACIONAL CONTRA EL CÁNCER DE PANAMÁ – cáncer en general

APPAF – anemia falciforme

FUNDACIÓN PANAMEÑA DE HEMOFILIA – hemofilia

ASOCIACIÓN NACIONAL DE PACIENTES DE QUIMIOTERAPIA – cáncer en general

FANLYC – Fundación Amigos del niño con leucmeia y cáncer – cáncer infantil

 

PARAGUAY

ASOLEU – cáncer infantil

FUNDACIÓN UNIDOS CONTRA EL CÁNCER PARAGUAY – cáncer en general

ASOCIACIÓN MITAI PARAGUAY – cáncer infantil

 

PERÚ

ESPERANTRA – cáncer en general

LIGA CONTRA EL CÁNCER DE PERÚ – cáncer en general

FUNDACIÓN PERUANA DE CÁNCER – cáncer en general

VIDAS SIN CÁNCER – cáncer en general

 

REPÚBLICA DOMINICANA

LIGA DOMINICANA CONTRA EL CÁNCER – cáncer en general 

UN PASO MAX – leucemia mieloide crónica

PATRONATO DE LAS ENFERMEDADES CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS – anemia falciforme

FACCI – cáncer infantil

 

URUGUAY

COMISIÓN HONORARIA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER – cáncer en general

FUNDACIÓN PELUFFO GIGUENS – cáncer en general

PORSALEU – cánceres de la sangre

FUNDACIÓN PÉREZ SCREMINI – cáncer infantil

DAME TU MANO – cáncer de mama

 

VENEZUELA

ASOCIACIÓN VENEZOLANA DE DREPANOCITOSIS Y TALASEMIAS – drepanocitosis y talasemia

FUNDACIÓN AMIGO DEL NIÑO CON CÁNCER FUNDANICA – cáncer infantil

FUNDACIÓN AMIGOS DEL NIÑO CON CÁNCER – cáncer infantil

FUNDACIÓN PARA EL TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA – trasplante de médula ósea

SOCIEDAD ANTICANCEROSA DE VENEZUELA – cáncer en general

ASOCIACIÓN VENEZOLANA DEL MIELOMA MÚLTIPLE – mieloma

 

La vuelta a casa y el rol del cuidador

“Después de pasar 45 días en aislamiento lo único que quería era volver a casa. Salir a la calle un momento, que me tocara el aire en la cara”.

“Cuando te dan el alta tienes sentimientos encontrados. Por un lado, deseas ir a casa pero por otro lado te da miedo no tener un control tan exhaustivo como en el hospital”.

“Volver a tu vida ‘normal’, a tu espacio ‘de antes’ y darte cuenta de que todo ha cambiado es duro”.

Estos son algunos de los pensamientos o sensaciones que puede sentir un paciente cuando recibe el alta. La vuelta a casa después de un largo ingreso hospitalario puede ser difícil; especialmente si el ingreso ha sido en régimen de aislamiento, es decir, cuando el paciente no ha podido salir de la habitación, las visitas de amigos y familiares han sido restringidas, y se ha seguido una dieta especial por tener las defensas bajas.

Todas estas limitaciones, junto a los efectos secundarios de los tratamientos recibidos, contribuyen a que los pacientes se puedan sentir frágiles y vulnerables”, explica Anna Barata, psicooncóloga del servicio de hematología del Hospital de Sant Pau de Barcelona. “Durante el ingreso esta fragilidad se ve compensada por la posibilidad de avisar al equipo médico o de enfermería si se presenta algún síntoma o malestar y se atiende al paciente con rapidez. El alta hospitalaria se da porque se considera que el estado del paciente ha mejorado, pero, probablemente, el paciente se sigue encontrando frágil y desprotegido sin la atención inmediata que ha tenido en el hospital”.

Además, una vez en casa, tanto pacientes como cuidadores deben asumir los cuidados y el tratamiento que hasta ahora daban los profesionales del hospital, y en ocasiones incluye estar pendiente de los síntomas de alarma (fiebre, cambios en la piel, diarreas…), la medicación, poner inyecciones y mantener medidas estrictas de higiene. Por ello, el rol del/la cuidador/a es fundamental.

El cuidador es la persona encargada de atender la persona que está enferma. En muchas ocasiones las atenciones hacen referencia a aspectos físicos, psicológicos y relacionados con el tratamiento. Una vez el paciente se da de alta, en casa el cuidador se encarga de estar pendiente de los síntomas de alarma (fiebre, cambios en la piel…), el manejo de la medicación (en ocasiones conlleva poner inyecciones) y de mantener medidas estrictas de higiene.

Noelia, la mamá de Sergi, expaciente de leucemia y receptor de un trasplante de médula ósea de un donante no emparentado, nos explica cómo vivió la ‘vuelta a casa’ cuando Sergi tenía solo 7 años. “La vuelta a casa fue dura. Sergi estaba muy flojito. No quería salir a la calle para que nadie lo viera. El cambio físico, sobre todo a causa del tratamiento con cortisona, era muy grande. Y él se sentía observado. La gente es muy poco discreta. En casa se aburría. No podían venir amigos a casa, ni podíamos ir a casa de nadie ni a ningún sitio de ocio que no estuviera al aire libre. Era abril cuando volvimos a casa. El trasplante fue en enero. La higiene en casa era impecable, la de todos: de alimentos e íntimas.  La familia pasaba días sin venir si estaba enferma o tenía alguna enfermedad contagiosa.

Cuando lo vivimos fue muy duro. Mucha medicación, a muchas horas diferentes, muchas pautas con todo… se te hace un mundo. Yo recuerdo estar agotada. Mucha cortisona. Muchos cambios de humor y agresividad, enfados, noches muy nervioso y sin parar de quejarse. Muchas preocupaciones esperando la siguiente visita al hospital y la siguiente analítica. Recuerdo mucha angustia, muchas lágrimas. Ver a Sergi convertido en otro niño físicamente es muy duro. Necesitas todo el apoyo y cariño del mundo para sobrellevarlo. En el caso de los niños, creo que el cuidador es quien más sufre”.

Los servicios de psicooncología no sólo deben apoyar y asesorar al propio paciente sino también a su entorno y, especialmente, a la persona que le cuidará una vez vuelva a casa. “En muchas ocasiones, los cuidadores no están suficientemente preparados para desarrollar todas estas tareas. En otras ocasiones las tareas que deben atender son múltiples y les queda poco tiempo para poder atender a sus propias necesidades. Como resultado se observan síntomas de estrés de forma continuada que se conoce también como el síndrome del burn out del cuidador. Es importante reforzar la educación a los cuidadores, y que puedan tener tiempo para atender sus propias necesidades médicas y tener espacios de descanso”, comenta Anna Barata. Es fundamental que los cuidadores recuerden cuidar de sí mismos mientras brindan cuidados a la persona con cáncer. Un cuidador es un integrante de un equipo importante, que incluye familiares, amigos, voluntarios y el equipo de atención médica. Cada miembro de este equipo tiene habilidades distintas y estas fuerzas se combinan para proporcionar una atención eficaz.

Existen muchas maneras de ser cuidador. Para algunos, puede significar cuidar al paciente las 24 horas. Para otros, puede significar buscar información médica o hacer gestiones para obtener ayuda. Cada situación es diferente, y no hay una situación única que se aplique a todas las personas con cáncer y sus familias. Además, a medida que la enfermedad y el tratamiento cambian, lo mismo ocurre con el rol del cuidador. En muchos casos, la economía también juega un papel fundamental puesto que el cuidador puede haber dejado, momentáneamente o no, su actividad laboral para atender al paciente. En el caso de los niños enfermos, al contrario que en otros países, en España la normativa garantiza que uno de los padres pueda tener una baja durante todo el tratamiento, pero hay limitaciones. + info

Y, ¿quién cuida al cuidador? Muchas veces nadie. A menudo por falta de recursos o por problemas logísticos del día a día y en muchas otras ocasiones porque el propio cuidador no se reconoce como necesitad@ de ayuda (“¡Cómo voy a quejarme o a estar mal yo si es él/ella el que tiene cáncer”!). Pues sí, el cuidador necesita ayuda, apoyo, una organización, espacios de respiro… Es una situación que hay que manejar pero hay técnicas para hacerlo ya que son procesos largos que generan un gran desgaste a nivel físico y emocional y hay que dosificar energías.

Por todos estos motivos, la vuelta a casa es un momento difícil, y los estudios apuntan a que aumenta la sintomatología ansiosa, tanto en pacientes como en cuidadores. Para mitigar esa ansiedad es muy importante que tanto pacientes como familiares sepan cómo continúa la asistencia una vez el paciente es dado de alta en casa (números del teléfono donde se puede llamar, horario de Hospital de Día, Urgencias…).

Aquí también ofrecemos algunos recursos de interés para los cuidadores y los pacientes:

Catéteres venosos centrales

El “tubo”, la “medalla”, el “alien”,… Muchos pacientes usan estas expresiones para referirse familiarmente al catéter que llevan puesto. No existe un solo tipo de catéter y todos tienen sus pros y sus contras. Por ello, hemos decidido profundizar un poco más en este tema para conocer mejor qué es un catéter, qué tipos hay, para qué sirven…

Lo primero que hemos hechos es buscar “catéter” en el diccionario:

catéter

  1.     nombre masculino

Tubo, generalmente largo, delgado y flexible, de diferentes materiales (goma, plástico, metal, etc.), que se usa en medicina y cirugía con finalidad terapéutica o diagnóstica; se introduce en un conducto, vaso sanguíneo, órgano o cavidad para explorarlo, ensancharlo, desobstruirlo, evacuarlo o inyectarle un líquido.

Por lo tanto, un catéter no es más que un “tubo” mediante el cual, en pacientes hematológicos puedes poner una serie de fármacos u otros elementos (sangre, plaquetas, quimioterapia, nutrición parenteral, células progenitoras de la sangre -médula ósea, sangre periférica o sangre de cordón umbilical-…) o sacar muestras de sangre del paciente. De esta forma, minimizas los pinchazos al paciente.

Hemos preguntado al Dr. Enric Carreras, director médico de la Fundación Josep Carreras, director del Registro de Donantes de Médula Ósea y hematólogo con una amplísima experiencia en trasplantes en el Hospital Clínic de Barcelona, y nos explica lo siguiente:

“Los catéteres pueden ser de larga o corta duración. Los de corta duración suelen ser periféricos y los de larga duración, por definición, suelen ser catéteres centrales (también denominados CVC, dispositivos de acceso venoso central o líneas centrales). Esto quiere decir que la punta del catéter llega a la aurícula del corazón. Los catéteres venosos centrales son los habituales en hematología.

Hay mucha disputa sobre el material del catéter (silicona o poliuretano) pero hoy por hoy el poliuretano parece ser el material más fidedigno y que va mejor”.

¿Por qué se necesita un catéter?

Según el manual de la American Cancer Society, “La mayoría de los medicamentos de quimioterapia (quimio) se administran directamente en la sangre. Colocar agujas y catéteres repetidamente en las pequeñas venas de los brazos o las manos puede causar deterioro y cicatrices en las venas. Esto dificulta colocar la vía intravenosa, haciendo que se puedan requerir muchos intentos hasta lograrlo.

Algunas razones por las que podría un paciente podría necesitar un CVC son:

– Para recibir más de un medicamento a la vez

– Para recibir una infusión continua de quimioterapia (durante 24 horas o más)

– Para recibir nutrientes

– Para recibir tratamientos frecuentes

– Para recibir tratamientos en casa

– Para recibir tratamiento a largo plazo (por varios meses o incluso más tiempo)

– Para recibir medicamentos que pueden ocasionar daños graves a la piel y al tejido muscular en caso de que hubiera alguna salida por fuera de la vena (estos medicamentos se conocen como vesicantes). Cuando se reciben a través de un CVC en lugar de una vía intravenosa de corto plazo se reduce el riesgo de que el medicamento se salga de la vena y lesione los tejidos.

Muchas personas consultan con el equipo de atención médica contra el cáncer sobre las opciones de catéteres venosos centrales (CVC) antes de comenzar el tratamiento. Algunas personas descubren durante el tratamiento que necesitan un CVC porque las venas de sus manos y de sus brazos no van a poder usarse para completar el tratamiento de quimioterapia planeado.

El tipo de CVC que requiera dependerá de:

– Por cuánto tiempo el paciente estará recibiendo el tratamiento

– Cuánto tiempo toma la infusión de cada dosis de la quimioterapia

– Cuántos medicamentos requieren ser administrados a la vez

– Las preferencias de su médico

– Los cuidados necesarios para la atención del CVC

– El coste del catéter

– Otras afecciones médicas que pueda tener, por ejemplo, problemas de coágulos o linfedema (hinchazón)”.

En hematología, se acostumbran a poner catéteres de larga duración. Tradicionalmente se han usado de dos tipos: los tunelizados y los no tunelizados.

CATÉTER VENOSO CENTRAL TUNELIZADO CLÁSICO

Catéter Hickman. Recurso de la American Cancer Society

Son los catéteres como el de Hickman®, Broviac, Groshong® o Quinton®. Un catéter tunelizado significa que haces entrar el catéter por la vena yugular o la arteria subclavia y, después de salir de la vena, hace un trayecto subcutáneo. El catéter queda fijado debajo de la piel. Se coloca mediante una pequeña intervención.

Los catéteres de Hickman son muy buenos, son los clásicos, los tradicionales. Pueden tener dos o 3 “luces” (diferentes entradas para poner fármacos o elementos distintos). A más luces, mayor riesgo de complicaciones infecciosas. En algunos centros se prefiere trabajar con dos luces y múltiples conexiones en Y a través de las cuales se administran todos los productos.

Este tipo de catéteres son un poco complicados de poner porque requieren de una mini-intervención, pero son muy fijos y se infectan poco. Pero tienen el inconveniente que, si se infectan, no es fácil sacarlos. Este tipo de catéter es el que se usa en la mayoría de servicios de hematología.

Si el/la hematólog@ ya diagnostica a un/a paciente con, por ejemplo, un tipo de leucemia de mal pronóstico que necesitará seguramente un trasplante de médula ósea habitualmente pondrá un tipo de catéter como el Hickman® de entrada ya que se presupone que el/la paciente lo tendrá puesto durante mucho tiempo y así se evitará pincharle a menudo.

CATÉTER VENOSO CENTRAL NO TUNELIZADO POR PUNCIÓN YUGULAR

Este tipo de catéter venoso central también se usa a menudo. Está pinchados directamente en la subclavia o la yugular interna, normalmente en la yugular. Es muy fácil de poner, se pone directamente en la cama del paciente, a veces con la ayuda de una ecografía para saber seguro donde pinchas. No hay intervención, no hay túnel, pero también hay una buena fijación y una gasa transparente a través de la cual el médico o las enfermeras pueden ver la punta del catéter y, por lo tanto, si está infectado o no. No hay tendencia a hacerlo, pero, si fuese necesario, se este tipo de catéteres se pueden cambiar muy fácilmente. Habitualmente se llaman catéteres yugulares.

RESERVORIOS

Existen otros catéteres, los reservorios (porth a cath® o Infusaport®) que no se consideran tanto para los trasplantes de médula ósea. Son semejantes a los catéteres Hickman pero no salen fuera de la piel. El final del catéter es un reservorio (o dos) que están debajo de la piel. Es lo que muchos pacientes llaman “la medalla” o “el puerto”. Este tipo de sondas están indicadas para personas que necesitarán muchos tratamientos. Al estar “dentro” del organismo, se evita que el catéter vaya colgando, que se infecte… Lo que hace el hematólogo o enfermer@ es pinchar la piel cada vez que quiere suministrar sangre, plaquetas, un tratamiento, etc… Ést@ pincha la válvula de plástico y entra en el reservorio (de plástico o de titanio con una membrana de silicona) que está directamente conectado con la aurícula del corazón.

Estos catéteres funcionan muy bien, pero no son muy prácticos ya que requieren de una intervención quirúrgica para ponerlos y sacarlos y de unas agujas curvadas especiales (denominadas Huber). En general, se usan a menudo para personas que se tienen que “manejar” relativamente poco. Personas que una vez cada cierto tiempo van a hacer tratamiento y una analítica, por ejemplo. Pero para un trasplante de médula ósea no son prácticos ya que no están diseñados para perfusiones continuas. Suelen tener una sola “luz” (o entrada), tienen un flujo limitado, no son prácticos para efectuar extracciones de sangre y comportan mayor riesgo de oclusiones y extravasaciones. Por el contrario, pueden ser muy útiles en el post-trasplante.

Reservorio. Recurso de la American Cancer Society.

En muchas unidades de trasplante de médula ósea en los servicios de hematología, cuando viene una persona a trasplante con un porth a cath®, no lo tocamos, lo sellamos y ponemos otro tipo de catéter yugular para el trasplante que durará unos 3 o 4 meses. Y cuando se va de alta, dejamos el reservorio para el tratamiento ambulatorio. A pesar de estos inconvenientes, en niños sí que acostumbra a ser el catéter de elección para que no se lo toquen o estiren. Si el aparato es introducido en un niño habrá que retirarlo o reemplazarlo conforme va creciendo el niño ya que puede quedar corto y podría moverse de la parte inferior a la parte superior de la vena cava.

Los catéteres venosos centrales normalmente se aguantan hasta que el equipo hematológico está “seguro” que no habrá más problemas. Los porth a cath® y Hickman® se pueden dejar hasta más de un año puestos.

CATÉTER VENOSO CENTRAL DE DURACIÓN MEDIA POR VENA ANTECUBITAL (PICC)

Catéter PICC. Recurso de la American Cancer Society.

Más recientemente ha aparecido otro tipo de catéter nuevo que se llama PICC. Es también un catéter central que llega a la subclavia, pero se pone por las venas del brazo. Es más seguro e, incluso, hay algunos que llevan reservorios. El problema es que no son para tratamientos tan prolongados en el tiempo (normalmente 3-4 meses hasta un año) como los otros porque, al estar colocados en las venas del brazo, pueden desencadenar en más problemas de feblitis (inflamación de la pared de una vena), etc. Pero tienen una ventaja: se pueden colocar directamente a pie de cama sin sedación. Hay mucha tendencia a usarlos porque son muy prácticos y fáciles de manejar. Algunas de las marcas comerciales de catéteres PICC son Per-Q-Cath® o Groshong PICC®

Algunas consideraciones

● Sin lugar a duda, no hay recomendaciones sobre qué catéter usar dependiendo de la enfermedad del/la paciente. La elección queda a cargo del hospital y del equipo médico”.

● Mientras dure el tratamiento, el paciente no debe tocar ni intentar limpiar el catéter bajo ningún concepto. Debe ser SIEMPRE un miembro del equipo de enfermería quien realice estas curas.

● Las principales complicaciones de la colocación un uso de un catéter son las infecciones. Una infección bacteriana grave puede comprometer al paciente. Se requeriría retirar el aparato mediante una cirugía.

Es importante tener en cuenta también la posibilidad de trombosis. La formación de un coágulo de sangre en el catéter puede bloquear el dispositivo de forma irreversible. Para prevenir estos coágulos es necesaria la aplicación de suero salino o heparina, bajo supervisión médica o profesional de enfermería, al menos una vez cada cuatro semanas.

Enlace de interés:

Manual de Catéteres Venosos Centrales de la American Cancer Society

¿Cómo mantener una alimentación saludable durante el tratamiento?

¿Qué significa ‘comer bien’? ¿Comer alimentos a la plancha? ¿Evitar fritos y grasas saturadas? Seguramente tener una alimentación sana y equilibrada significa mucho más.

La mayoría de la sociedad no ‘come bien’. Hay muchos mitos relacionados con la buena alimentación. Algunos piensan que alimentarse correctamente significa ser vegetariano, comer solamente productos ecológicos o incluso hay quien opina que ‘comer bien’ es más caro.

Hoy no entraremos a debatir todos estos temas, pero los iremos abordando. Si alimentarse de forma saludable es fundamental para cualquier persona, todavía lo es más para un/a paciente de leucemia o que sufre otro tipo de cáncer.

Los tratamientos quimioterápicos debilitan nuestro organismo y, por ello es importante ‘estar fuerte’. Además, algunos alimentos pueden facilitar la aparición de bacterias que pueden ser comprometer o alterar el tratamiento del paciente ya que este se encuentra con el sistema inmunológico afectado.

Los pacientes hemato-oncológicos que siguen una nutrición adecuada se encuentran mejor y presentan menos complicaciones. Una dieta saludable (equilibrada, variada, suficiente y, ¿por qué no?, agradable) ayudará al paciente a sentirse más fuerte, tolerar mejor los alimentos y mejorar el funcionamiento general de su cuerpo.

Repasaremos entonces las normas básicas de una buena alimentación, algunos aspectos específicos de la nutrición en el caso de un trasplante de médula ósea y una complicación muy común y extremadamente molesta: la mucositis oral.

 

En general, sin esto, no vamos a ningún lado…

Hay unos consejos generales y básicos que, como norma, debemos seguir. El sancta sanctorum de la alimentación saludable.

● Realizar por lo menos 5 comidas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena (¡por lo menos!). Estos platos deben tener poco volumen, pero ser muy nutritivos.

● En el almuerzo y la cena los platos tienen que ser completos y contener verduras, hidratos de carbono (cereales, legumbres, arroz, pasta…) y proteínas (carne, pescado o huevos). Una opción agradable es prepararse un plato único tipo buddha bowl. Sería como un plato combinado saludable.

● Tenemos que intentar cocinar los platos de forma sencilla para facilitar la digestión y conservar todas las propiedades, vitaminas y minerales de los alimentos. Menos fritos y más alimentos cocinados al vapor, hervidos, al horno…

● Se recomienda el consumo moderado de grasas, especialmente las de origen animal. Mejor que comer carne roja, consumir carnes magras o blancas como el pollo, el pavo, o pescado.

● Tienes que beber mucho líquido. Por lo menos 6 vasos al día de agua, infusiones, zumos… Y dejar de lado las bebidas azucaradas y gaseosas. Y, si puede ser, mejor tomarlas entre las comidas.

● ¡Ojo con la manipulación de los alimentos! Nada de no pelar la fruta y la verdura. Hay que lavarlas muy bien y conservar los alimentos de forma adecuada y no durante mucho tiempo.

● E, igual de importante es nuestra alimentación que nuestra boca. Nuestra boca, nuestra saliva, las encías… están llenas de microorganismos, algunos “buenos” y otros “malos”. Algunos nos protegen de ciertas enfermedades, otros siempre están en guerra para causarnos infecciones y algunos esperan pacientemente para crear patologías más serias. Por ello es fundamental mantener una muy buena higiene oral, con cepillado diario de los dientes, lengua y encías, después de las comidas y al acostarse utilizando un dentífrico no irritante, un cepillo suave y seda dental para la limpieza interdental. Posteriormente el paciente tiene que realizar enjuagues orales con colutorios. Ante signos de sangrado o en pacientes con plaquetopenia, se puede utilizar una torunda de gasa o bastoncillos de algodón para el cuidado de la boca.

Respecto a los colutorios, se utilizarán preferentemente solución salina, bicarbonato sódico o una mezcla de ambos y se deberán evitar aquellos que contienen alcohol, ya que resecan la mucosa. Algunos estudios concluyen que se debe evitar el uso de bicarbonato porque aumenta la alcalinidad de la mucosa oral y disminuye las propiedades bactericidas de la saliva.

Durante y después de un trasplante de médula ósea

La flora gastrointestinal habitual es la principal fuente de infecciones en el postrasplante inmediato. El daño producido sobre la mucosa intestinal por el tratamiento de acondicionamiento (mucositis) permite el paso de bacterias desde el tracto digestivo hacia la sangre. Para evitarlo, desde el inicio del acondicionamiento se administran fármacos capaces de descontaminar el tracto digestivo, así como dietas con alimentos esterilizados o, con más frecuencia, dietas con bajo contenido bacteriano. Estas últimas, mejor toleradas que las estériles, consisten en administrar todos los alimentos cocinados o, de no estarlo, convenientemente lavados o pelados.

Por ejemplo, en este tipo de dietas, quedan prohibidos:

● la leche, yogures, quesos y otros productos lácteos no pasteurizados (incluido el kéfir)

● quesos con moho tipo roquefort, gorgonzola, queso azul…

● carnes poco cocinadas

● huevos o tofu crudos o a medio cocer

● frutos secos

● pescados ahumados

● frutas y verduras crudas sin lavar y los germinados en general

● miel y chocolate

● agua no embotellada

● en general, cualquier alimento crudo sin cocinar

Estas medidas se prolongan durante, como mínimo, toda la fase de neutropenia (12-21 primeros días post trasplante) y se pueden prolongar dependiendo del estado inmunitario del paciente.

Lee la Guía del trasplante de médula ósea para pacientes de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia

Trucos para aliviar la mucositis

Es la inflamación de la mucosa de la boca. Sin duda, este es el efecto secundario más molesto para el paciente, ya que puede ser muy doloroso e impide una adecuada ingesta de alimentos. Además, es muy común, más del 40% de pacientes que reciben quimioterapia y más del 75% de los que se someten a un trasplante de médula ósea la padecerán. Como prevención de esta complicación, durante todo el tratamiento se insiste en la necesidad de una máxima higiene dental y bucal, y se administra la analgesia necesaria para que el paciente se encuentre lo más confortable posible. En los casos en que la ingesta de alimentos se vea muy limitada, puede ser necesario administrar nutrición parenteral (alimentación por vía intravenosa) o enteral (por sonda).

Con el fin de prevenir y tratar la mucositis se utilizan una gran variedad de tratamientos: fórmulas magistrales, fármacos comercializados y terapias no farmacológicas. Pero, en general, el paciente con mucositis, tiene que seguir las siguientes medidas:

● Enjuagarse con solución salina, bicarbonato o ambos cada 2-4 horas.

● Cuando la mucosa está ulcerada, evitar el uso de agua oxigenada que impediría la granulación del tejido y su curación.

● No utilizar productos que contengan alcohol, glicerina o limón, ni dentífricos de acción abrasiva.

● Evitar alimentos que desencadenen dolor: ácidos, picantes y comidas calientes.

● Procurar la ingestión de una dieta blanda e incrementar el aporte de líquidos fríos y nutritivos.

● Abstenerse de irritantes como alcohol y tabaco

Mantener la boca fría utilizando hielo, agua helada, helado o polos, puede ayudar a prevenir el dolor y las úlceras bucales en los niños y los adultos.

En estos casos es lógico perder el apetito pues sentimos dolor, que aumenta cada vez que comemos. Pero es gracias al alimento que vamos a aportar nutrientes, por ejemplo, para construir nuestras defensas. Veamos algunas recomendaciones para hacer más llevadero el momento de alimentarnos.

● Es mejor fraccionar las comidas y tomarlas a lo largo del día de modo que en vez de ser 4 o 5 (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena), pueden ser 6, 8 o incluso 10 ingestas más pequeñas.

● No hay que ser rígidos con los horarios, hay que comer aprovechando siempre el momento en el que se sienta mejor, y comer.

Masticar despacio y si es necesario por la falta de saliva, a cada bocado usaremos líquidos para hacer más fácil la deglución.

● Se pueden usar chicles y caramelos entre comidas para aumentar la cantidad de saliva.

● La temperatura del alimento no puede ser caliente pues las mucosas ya están muy sensibilizadas como para soportarlos, optaremos por una temperatura ambiente o fría, que ayuda a aliviar el dolor.

● Hay que beber abundantes líquidos: agua, leche, batidos, infusiones…

● Usar alimentos de textura suave como la patata, zanahoria cocida, natillas… en puré, cremas, papillas, etc.

Evitar alimentos ácidos que irriten las mucosas (limón, kiwi, fresa, naranja, melón, tomate, cebolla, ajo), picantes (chorizo, alioli, guindilla, …) fritos, condimentos fuertes, alimentos pegajosos, secos o excesivamente grasosos.

● Hay que evitar también el alcohol y tabaco.

 

Los ‘tips’ de Raquel

Finalmente, le hemos pedido a Raquel, ex-paciente de linfoma no Hodgkin y apasionada de la nutrición, que comparta con nosotros algunos trucos o consejos que le fueron útiles durante su tratamiento.

• TIP #1: Es muy importante que los dos o tres días pre y post sesiones de quimioterapia hagas una dieta muy blandita, pero sin que falte ningún nutriente. Así no le darás trabajo extra a tu estómago y te sentirás fuerte para afrontar todo el tratamiento.

– Proteínas de pescado blanco, clara de huevo, queso fresco (siempre pasteurizado), gelatina neutra (puedes añadirle trocitos de manzana), carne de pollo o pavo.

– Hidratos de carbono de hortalizas suaves, como el calabacín, la calabaza, la judía verde, la zanahoria, la manzana y la pera asadas o hervidas, patata y boniato.

– Grasas saludables del aceite de oliva virgen extra y del aguacate.

– Cocina al horno, al vapor, en papillote o hervido.

– Evita los fritos, las carnes rojas, los alimentos ácidos, el alcohol, el café y los picantes.

 

TIP #2: Hidrátate mucho, con agua, principalmente. Si te aburres puedes darle sabor con unos trozos de limón, unas fresas, unos trozos de melocotón … ¡Échale imaginación! Puedes tomar infusiones de tila, melisa o tomillo, bebidas vegetales de avena, de almendras, de arroz, de nueces, de avellanas, … Procura que no lleven azúcares añadidos. Y aprovecha para innovar con licuados de frutas y verduras, añadiendo por ejemplo una cucharadita de polen de abejas para darle un empujoncito a tu sistema inmunológico. Si les pones remolacha fresca obtendrás unos colores preciosos. Un super truco de la Dra Odile Fernández, médico y expaciente de cáncer de ovarios) que me iba fantástico para aliviar las poquitas náuseas que tenía era tomar poco a poco una infusión con cáscara de manzana bien lavada, una rama de canela y un trocito de jengibre fresco. ¡Mano de santo!

•TIP #3: Aprovecha para hacer un cambio que perdure en el tiempo y vivir en un cuerpo ‘no inflamado’. Tomar alimentos antiinflamatorios te permitirá mantener a raya los efectos de la quimio durante el tratamiento y mantener un estado de salud envidiable en adelante. La cúrcuma (mezclada con pimienta negra) y el jengibre serán tus nuevos amigos, ves introduciéndolos poco a poco. Hazte socio de las verduras crucíferas y de las verduras de hoja verde: el brócoli, la col, las acelgas, canónigos, espinacas, rúcula, … tienen mil posibilidades, te sorprenderán. No te olvides de otras especias como el orégano, la cayena, el ajo, el perejil, … dejan tus platos preciosamente listos para devorar. Los sofritos de cebolla, tomate y aceite de oliva virgen extra te darán el poder. Los frutos rojos, la piña y la papaya son frutas especialmente “mágicas” para desinflamar. Unos botecitos de semillas y de frutos secos naturales para dar un toque de chef a todos tus platos: chía, sésamo, lino, girasol, calabaza o cáñamo ¿las has probado? ¡Te chiflarán! Los cereales… mejor integrales. Y el pescado… mejor azul y pequeño. Y si todo esto te resulta demasiado estresante puede que te resulte más fácil pensar en lo que debes evitar para olvidarte de la inflamación: empezar es fácil. Menos productos (y más alimentos), menos azúcares añadidos y menos carnes rojas y procesadas. El cambio suena bien ¿verdad?

•TIP #4: lavar muy bien las frutas y las verduras y no comas carnes o pescados crudos (o sazonados o ahumados) Es importante evitar riesgos de infección o intoxicaciones.

•TIP #5: algunos suplementos te pueden ayudar a pasar el tironcillo, aunque mi recomendación es siempre consultar con tu hematólogo para que sea conocedor de todo lo que puedas tomar. Los probióticos te ayudarán a equilibrar la flora intestinal, entre los antibióticos y las diarreas la pobre se queda un poco tocada durante el tratamiento. El aceite de onagra aumenta la capacidad de retención de agua por lo que ayudará a mantenerte hidratada (y tu piel lo notará) La jalea real puede ser un chute para tus defensas y un aporte extra de vitaminas naturales

 

Desde la Fundación, también te recomendamos los siguientes recursos sobre alimentación y cáncer para conocer más trucos, recetas y consejos:

“Qué y cómo comer durante el cáncer”

Nutrición de la persona con cáncer durante su tratamiento”, recurso del National Cancer Institute

 “Recomendaciones generales sobre la alimentación durante el tratamiento con cáncer”, recurso del Institut Català d’Oncologia

Dieta y cáncer”, artículo de G. Martín Peña, de la Unidad de Nutrición Hospital de Móstoles para la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

Recomendaciones dietéticas -nutricionales en oncología”, recurso de la Generalitat de Catalunya

 “Prevención y tratamiento de la mucositis en el paciente onco-hematológico”, FARMACIA HOSPITALARIA, ARÁN EDICIONES, S. A.

Recetas de cocina y de autoayuda para el enfermo oncológico”, Sociedad Española de Oncología Médica

Recomendaciones especiales sobre la alimentación del paciente con cáncer”, Fundación Alicia

 “Diet and cancer”, recurso de Cancer Research UK (en inglés)

El cáncer y el mundo laboral: baja, certificado de incapacidad…

El tratamiento de muchos tipos de cáncer, en nuestro caso, las neoplasias de la sangre, implica quimioterapia intensiva, intervenciones, largos periodos de hospitalización, a menudo, un trasplante de médula ósea. Durante este período, evidentemente, la mayoría de los pacientes no pueden realizar su trabajo habitual. Y, en muchos casos, después tampoco podrán hacerlo. Algun@s tendrán que solicitar la incapacidad, otros cambiar de ocupación… Hemos preguntado a Clara Rosàs, gerente de la FECEC (Federación de Entidades Catalanas contra el Cáncer) que nos explique un poco todo lo relacionado con el cáncer y el mundo laboral: bajas, gestión de incapacidades temporales o permanentes…

● ¿Si una persona es diagnosticada de cáncer y está trabajando como asalariad@, qué tiene que hacer? ¿Qué obligaciones tiene la empresa para con esta persona?

Cuando una persona asalariada es diagnosticada de cáncer, tiene derecho a una baja laboral por incapacidad temporal. La ley estipula que la duración máxima es de 12 meses y 6 meses de prórroga.

La empresa tiene la obligación de entregar y tramitar los partes de baja a la entidad gestora en un plazo de 3 días hábiles.

La empresa abonará al trabajador el pago delegado de la prestación de incapacidad temporal según lo marque la ley y el convenio colectivo. A falta de mejora establecida en el Convenio, las cuantías a pagar son:

• Los 3 primeros días van a cargo del trabajador;

• Del cuarto al decimoquinto día de la baja, es la empresa la que tiene la obligación de pagar el 60% de la base reguladora del mes anterior;

• Del decimosexto día al vigésimo, la responsabilidad de la prestación es de las entidades gestoras / Instituto Nacional Seguridad Social (INSS). Generalmente, sin embargo, es la propia empresa la que hace el pago delegado, es decir abona el salario al trabajador por delegación del INSS. Durante este periodo se paga el 60% de la base reguladora;

• Del vigésimo primero día en adelante, se paga el 75% de la base reguladora y la responsabilidad de la prestación es de la entidad gestora.

● ¿Y si la persona diagnosticada es autónom@?

En principio, l@s trabajadores autónom@s tienen la obligación (a excepción de los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE*)) de cotizar por incapacidad temporal por contingencias comunes a la hora de darse de alta en el Régimen Especial de trabajadores Autónomos.

Para recibir la prestación por Incapacidad temporal, es necesario estar en situación de alta, haber cotizado un mínimo de 180 días en los últimos 5 años y estar al corriente de pago de las cuotas.

Se comunica la baja directamente a la Seguridad Social en el plazo de 15 días hábiles después de la baja y se comunicará la situación en la que queda la actividad.

Las cuantías de la prestación por incapacidad temporal son las mismas que las de un/a asalariad@. La base reguladora se calcula en base a la cotización del/la trabajador@ autónom@ correspondiente al mes anterior a la baja médica y dividida entre 30. Durante el período de baja por incapacidad temporal, el/la trabajador/a autónom@ debe seguir cotizando en el régimen especial de autónom@s. Habitualmente est@s trabajador@s cotizan por la base mínima y esto quiere decir que la cuantía de la prestación suele ser muy limitada. Algunos autónomos complementan con un seguro privado que los cubra la baja laboral.

● ¿Qué ocurre cuando la persona es diagnosticada estando en el paro?

Si la persona diagnosticada de cáncer y está en paro, se comunicará al Servicio de Público de Empleo de cada Comunidad Autónoma que está de baja, entregando a la Oficina de Trabajo el parte de baja por incapacidad temporal (IT), los partes de confirmación y el alta médica cuando se produzca. Durante la baja por IT se suspende la demanda de puesto de trabajo y no hay que renovarla, tampoco se reciben citaciones para ofertas de trabajo o cursos de formación.

En situación de IT es el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) quien abona la prestación por IT en régimen de pago delegado hasta que se agote la duración de la prestación del paro y también las cotizaciones de la Seguridad Social. Si cuando acabe la prestación por desempleo, la persona aún está de baja por IT, hay que solicitar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que se continúe abonando la prestación por Incapacidad Temporal hasta el alta médica.

Si la baja se debe a una recaída de un proceso anterior iniciado durante la vigencia de un contrato laboral, cuando se termine la prestación del paro, el INSS continuará pagando la prestación por IT en la misma cuantía.

Cuando la baja no se deba a una recaída, el INSS continuará pagando la prestación por IT. La cantidad a percibir será un 80% del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM) mensual.

Cuando se disponga del alta laboral, se podrá volver al Servicio de Empleo para gestionar el subsidio de desempleo por haber agotado previamente una prestación contributiva.

● ¿El servicio de orientación laboral que ofrece la FECEC (Federación d’Entitats Catalanes contra el Càncer) es para cualquier persona de España que ha sufrido cáncer y que quiere volver a trabajar? ¿En qué consiste?

El servicio de Reanudación de Orientación laboral después del cáncer, es un servicio gratuito dirigido a las personas que han sufrido un cáncer y buscan un trabajo adaptado a las necesidades físicas y/o emocionales derivadas de la enfermedad.

El objetivo es acompañar y apoyar a este colectivo en su proceso de búsqueda de trabajo, facilitar su acceso a la reincorporación laboral y reducir el estigma.

El servicio evalúa las necesidades de cada una de las personas interesadas para, después, acogerse al programa Incorpora de ‘La Caixa’. Este servicio ofrece un asesoramiento voluntario y gratuito de orientación e intermediación laboral a las personas que se encuentran en una situación de riesgo de exclusión social con el fin de facilitarles el acceso al mundo laboral.

La FECEC es de ámbito autonómico, y por tanto atento cualquier usuario en Cataluña. En las otras comunidades autónomas existen otras entidades que ofrecen servicios similares**.

● ¿Una empresa puede despedir a una persona con càncer?

No podemos contestar desde una vertiente legal, pero sí que todos conocemos casos de personas que han sido despedidas y sufrían un cáncer u otra enfermedad***.

● ¿Por qué volver a trabajar puede “costar” a una persona con cáncer? ¿Qué pueden hacer estas personas?

Hay varios factores que condicionan:

1.- Cuando una persona finaliza su tratamiento, habitualmente tiene unas secuelas físicas y emocionales con un impacto a medio y largo plazo y que pueden condicionar el retorno al trabajo.

2.- El tipo de trabajo o lugar de trabajo. Cuando hablamos de trabajos que requieren un esfuerzo físico, las secuelas condicionan aún más. Por ejemplo, Lucía, de Barcelona, fue diagnosticada de leucemia mieloide aguda y se sometió a un trasplante de un donante de médula ósea no emparentado: “no pude reincorporarme a mi trabajo porque era imposible físicamente aguantar el ‘tute’ de hacer rehabilitación a domicilio de lunes a viernes. Soy fisioterapeuta de profesión. Cuesta acostumbrarte al ritmo de nuevo, tanto físicamente como mentalmente porque a mí me ha quedado tocado el tema de la concentración y la memoria. Y, además, como en tantas otras profesiones hay que irse actualizando así que dejé de ejercer como fisioterapeuta. La desconexión durante casi dos años con la profesión y la capacidad física e intelectual tocada son un freno para volver a llevar la vida profesional anterior. Otro handicap es el dinero ya que no hay ninguna ayuda pública para este tipo de casos, hay que recurrir a los familiares, si tienes la suerte de tenerlos y que te puedan ayudar. Ahora estoy muy contenta con mi trabajo actual, me preparé oposiciones y de momento estoy como interina en una biblioteca pública, en la sala infantil, me encanta”.

Lucía, durante su tratamiento.

José Antonio, expaciente de linfoma de Burkitt, también ha querido explicarnos las dificultades con las que se encontró al tener que volver a trabajar: “cuando todo acabó, me dieron una incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo durante dos años. Yo era mecánico. Pregunté en el trabajo si me darían la oportunidad de trabajar en un lugar que no fuese perjudicial para mi salud. En ese momento todo fueron buenas palabras y gestos. Pero cuando llegó la realidad, el instituto oficial de evaluaciones médicas me revisó la incapacidad y me dieron el alta para el trabajo. Había presentado incluso informes del hematólogo en los que especificaba que no podía estar en taller, por estar en continuo trabajo de esfuerzos físicos, malas posturas, y contacto con productos contaminantes. A pesar de ello, el instituto de evaluaciones médicas me dio un alta del 100% y mi empresa me dejó de lado. Yo no podía rendir como antes: tenía dolores articulares, sensación de ahogo… Los responsables del taller empezaron a mirarme con caras de “tú lo que eres es un vago”, ya que el fin de semana salía en bici por recomendación médica. Y según ellos, si podía hacer una cosa, podía hacer otra. Acabé cogiendo una baja por motivos psicológicos y me diagnosticaron un trastorno de adaptación. No valió para nada, así que tuve que denunciar a la empresa, seguridad social, mutuas, etc… así durante tres años, sin éxito. Pero un día trabajando tuve una caída, y me rompí un pie. Me tuvieron que operan y he perdido movilidad. Y ahora sí que el instituto de evaluaciones médicas ha sumado todo y me han dado un puesto de trabajo alternativo”.

3.- El tipo de empresa, en una administración pública o una empresa privada y el tamaño (si es una gran empresa o una pyme) …. son factores que condicionan, y mucho, el regreso al trabajo. Las empresas no siempre tienen claro lo que significa haber sufrido un cáncer. Falta un sistema de acompañamiento del trabajador durante todo el proceso de baja laboral para preparar este regreso al trabajo. En las pequeñas y medianas empresas esta situación es aún más complicada.

4.- El marco legislativo es muy rígido ya que no contempla la incorporación flexible y progresiva en el lugar de trabajo. Muchas son las personas que comentan que, si pudieran volver al trabajo paulatinamente, sería un factor que los ayudaría a estar el 100% en el trabajo.

5.- La ley de prevención de riesgos laborales. Ésta obliga a las empresas a hacer una evaluación de los riesgos laborales de su puesto de trabajo a las personas declaradas “de especial sensibilidad”. Todo ello en base a las necesidades provocadas por la patología que ha provocado la baja, con el fin de adaptar el puesto de trabajo o reubicar a la persona en otro puesto de trabajo. Si esta recolocación no es posible se puede hacer un despido procedente.

Sabemos que es fundamental que haya una buena comunicación entre la empresa y el trabajador durante todo el periodo de baja, para poder preparar este regreso.

● ¿La persona con cáncer recibe ayudas de algún tipo cuando está de baja? ¿Y cuando vuelve a trabajar?

Una persona con cáncer, si trabaja, recibe su prestación por incapacidad temporal, como cualquier otr@ trabajador@ durante su baja.

Además, tiene derecho a algunas prestaciones complementarias del Sistema de Salud, tales como:

– La prestación ortoprotésica, que se orienta a recuperar habilidades, capacidades o funciones que se han deteriorado o perdido debido a una enfermedad, como prótesis externas, órtesis y sillas de ruedas

– El transporte sanitario es el servicio de traslado de personas que no pueden desplazarse por ellas mismas. Transporte no urgente, es el traslado programado, entre el domicilio del usuario y un centro sanitario, o a la inversa, o entre dos centros sanitarios, para la realización de pruebas diagnosticoterapéuticas o tratamientos especializados.

– Tratamientos con productos dietoterapéuticos complejos

Una vez terminado el tratamiento, la persona puede recibir el alta y vuelve a trabajar o bien recibir una incapacidad permanente (IP). Hay 4 niveles de IP. En este artículo se explican los tipos de incapacidad permanente que existen hoy en día.

Si la persona recibe una IP parcial, puede continuar trabajando. Si recibe una IP total, absoluta o gran invalidez, tiene automáticamente, reconocido una discapacidad del 33%. Cuando hay reconocido un grado de discapacidad, existen algunas ventajas.

● Y los cuidadores, ¿reciben ayudas? ¿Es diferente cuando el paciente es un niño o un adulto?

Hay ayudas para los cuidadores cuando tienen un niño enfermo de cáncer. Se llama “Prestación Económica para el cuidado de un menor enfermo de Cáncer u otra enfermedad grave”. Es un subsidio que compensa la pérdida de ingresos que sufren los trabajadores progenitores, adoptantes o acogedores, que reducen su jornada laboral y su salario para cuidar de manera directa, continua y permanente del menor a su cargo, afectado por cáncer u otra enfermedad grave de las determinadas legalmente.

Para los cuidadores a cargo de un adulto enfermo de cáncer, sólo hay la ayuda proveniente de la ley de dependencia. Las personas con grado de dependencia reconocido podrán optar a la “Prestación de cuidador del entorno familiar” en su Plan Individual de Atención (PIA). En este caso será necesario que la persona cuidadora no profesional sea un familiar hasta tercer grado de parentesco y conviva con la persona en situación de dependencia.

● ¿Quién puede pedir la incapacidad laboral y qué tipos hay? ¿Es lo mismo en cada comunidad autónoma? ¿En qué consiste y qué pasos se deben hacer?

El procedimiento, habitualmente se hace a través del propio INSS y cuando se ha terminado el período de incapacidad temporal. Por ejemplo, en Cataluña, el ICAM hace una valoración de la capacidad de esa persona (el ICAM es un organismo autónomo que se encarga de realizar las inspecciones por incapacidad permanente en Cataluña), en relación a su puesto de trabajo, después de que se ha acabado la incapacidad temporal (12 meses + 6 meses prórroga). En base a esta valoración hace una propuesta al Instituto Nacional de Seguridad Social de alta o de los diferentes tipos de incapacidad. Si no hay incapacidad temporal previa, será el interesado el que inicia el trámite ante el INSS.

Hay diferentes tipos de incapacidad laboral en España, y son reconocidas siempre por el Instituto Nacional de Seguridad Social. + info1 + info2

 

● Si una persona pide la incapacidad temporal, ¿automáticamente recibirá ayudas de la Ley de Dependencia?

No. Son dos procedimientos distintos.

La incapacidad laboral la tramita el INSS y hace referencia a la capacidad de esa persona para trabajar.

La discapacidad la tramita el departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, y hace referencia a la capacidad de esa persona para realizar las tareas de la vida diaria.

Los beneficiarios de la ley de dependencia son personas que, con carácter permanente y por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad y relacionadas con la falta o pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan el cuidado de otra persona o ayudas importantes para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

El reconocimiento oficial de la situación de dependencia en alguno de los grados establecidos es un requisito básico para acceder a las prestaciones económicas y de servicios sociales reconocidas por la Ley de la dependencia

 

 

Anexo

* TRADE: Los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE O TAED) son una figura que se ha creado como forma de protección de aquellos autónomos que trabajan prácticamente en exclusiva para un solo cliente. A pesar de que continúan siendo trabajadores autónomos, tienen un nivel de protección superior, aunque sin llegar al nivel de los trabajadores por cuenta ajena.

** Algunas entidades españolas que ofrecen servicios de orientación laboral a pacientes o expacientes de cáncer son:

Asociación Española contra el Cáncer

– Asesoramiento jurídico GEPAC

– El Servicio Andaluz de Empleo (SAE) ofrece un itinerario personalizado para pacientes de cáncer y sus familiares en primer grado que sean demandantes de trabajo contacto +info

 

*** La Asociación Española contra el Cáncer reconoce que el diagnóstico de esta enfermedad supone en muchos casos la no renovación del contrato o el despido. Un goteo constante pero silencioso. La legislación laboral no les protege porque la enfermedad nunca aparece como motivo del despido. El problema es que es complicado visibilizar esta situación porque no hay datos oficiales. La palabra enfermedad, o cáncer, nunca aparece en el motivo del despido ya que si no podría incurrirse en un delito que entraría en el ámbito de despedir a una persona por motivos discriminatorios. El artículo 14 de la Constitución española contiene una cláusula general de igualdad de todos los españoles ante la ley y establece una serie de motivos de discriminación: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Alternativas a la pérdida de cabello a causa de la quimioterapia

Uno de los efectos secundarios más conocidos de la quimioterapia es la pérdida del cabello pues, aunque es un efecto secundario indoloro, sus efectos en algunos pacientes no deben menospreciarse, pues hacen mella a nivel psicológico.

¿Por qué cae el pelo a causa del tratamiento de quimioterapia?

El tratamiento de quimioterapia afecta a todas las células del organismo, no sólo a las células cancerosas. Es un asunto muy importante para la investigación para intentar evitar al máximo sus efectos secundarios. El tejido que recubre las paredes de la boca y del estómago, así como los folículos capilares, son especialmente sensibles. De todas maneras, hay que tener en cuenta que estas células afectadas son células normales y, con el tiempo, este efecto se revertirá y el cabello volverá a crecer.

Antes que nada, algunas consideraciones generales…

● No todos los tratamientos de quimioterapia producen caída del cabello. Que el pelo caiga, se debilite o se mantenga depende de los fármacos y las dosis que se utilizarán en cada caso.

● La caída del cabello puede ocurrir desde el segundo o tercer día después del primer ciclo de quimioterapia, aunque es posible que no suceda hasta después del segundo ciclo de quimioterapia. 

● Puede suceder de forma repentina o lenta.

● El paciente perder todo el pelo o sólo una parte. Con frecuencia se cae en mechones en lugar de seguir un patrón uniforme. 

● Es común que también se caiga el pelo que crece en otras partes del cuerpo, como las pestañas, la cejas e incluso el vello púbico.

● En casi todos los casos de caída del cabello causada por la quimioterapia, el cabello volverá a crecer después de los tratamientos. Cuando esto ocurra, es posible que el “nuevo” cabello tenga un color o una textura diferente.

 

¿Peluca, pañuelo o “a pelo”?

Ante la realidad de la caída del cabello, l@s pacientes tienen diversas alternativas: hacerse con una peluca, no hacer nada, ponerse pañuelos o gorras… Lo más importante es que la persona se sienta bien así que no hay una única opción recomendada.

  • Las pelucas

En España diversas asociaciones trabajan para que tod@s l@s pacientes que como consecuencia de un tratamiento oncológico pierden el cabello, puedan tener una peluca, independientemente de sus posibilidades económicas (una peluca de buena calidad no es “barata”). Además, hay algunos seguros médicos privados que cubren total o parcialmente los costes de una peluca.

A la hora de comprar un postizo, los profesionales recomiendan acudir a un centro especializado, pues las pelucas oncológicas se diseñan teniendo en cuenta la sensibilidad que tiene el cuero cabelludo durante el tratamiento.

Según la materia prima que se utiliza, existen dos grandes tipos de pelucas oncológicas en el mercado: las de pelo natural y las de pelo sintético. Si bien el precio entre una natural y una sintética puede diferir mucho, en ambos casos se tiene en cuenta la sensibilidad del cuero cabelludo y existe la posibilidad de que se hagan a medida. Y, aunque aparentemente las de pelo natural parecen menos artificiales, las sintéticas están cada vez mejor conseguidas y son más fáciles de mantener, motivo por el cual cada vez son más populares.

Todos los profesionales coinciden en señalar que a la hora de elegir una peluca es clave que se valore la comodidad de la base y que se pruebe varias veces antes de elegir aquella que resulte más confortable y favorecedora.

Si se desea hacer una peluca a medida, hay que tener en cuenta que puede tardar unas semanas en hacerse y que, en el caso que queramos una que se parezca a nuestro pelo original, al profesional le será más fácil hacerla si ve nuestro pelo antes de que este se debilite o caiga como consecuencia del tratamiento.

Si eres un/a paciente y quieres una peluca oncológica:

En el caso de los niños y niñas menores de 14 años las pelucas son gratuitas y se pueden solicitar en los siguientes enlaces: 

MECHONES SOLIDARIOS

PELUCAS SOLIDARIAS

Para aquellos pacientes mayores de 14 años pero que no tengan recursos económicos para costearse una peluca, pueden solicitarla también en Mechones solidarios o en otras asociaciones solidarias que también ofrecen ayudas puntuales para la compra de un postizo. Una de las opciones es consultar en la delegación más cercana al domicilio del paciente de la Asociación Española contra el Cáncer.

Además de estas iniciativas solidarias, se pueden adquirir pelucas en muchos centros especializados y salones de belleza.

  • Los pañuelos 

Hay muchas alternativas favorecedoras a la peluca como los pañuelos, turbantes, sombreros, gorras, etc. y también existe la posibilidad de añadir un postizo a estos complementos para simular el efecto del cabello.

Amanda, expaciente de linfoma

Comprar un pañuelo o tela adecuados tampoco es tan sencillo como parece. Si compramos alguno de un algodón demasiado grueso, en verano tendremos muchísimo calor. Y algunos materiales pueden producir alergias o enrojecimientos del cuero cabelludo. Por ello, os dejamos algunas opciones y consejos útiles a tener en cuenta cuando elegimos un pañuelo oncológico:

● Mejor que el material del pañuelo sea fino (que transpire) y/ de algún material orgánico (nada de nylon, telas sintéticas industriales, etc…). Los de seda, fibras de bambú, o algodón orgánico son una muy buena opción.

● Mejor telas sin costuras para evitar rozaduras innecesarias y molestas. Durante la quimioterapia, las irritaciones y pequeñas heridas son totalmente a evitar el máximo posible.

● Ya de por si seguramente no tienes muy buena cara. Estás cansada, con ojeras… ¿has pensado que mejor optar por colores y estampados alegres en vez de colores sobrios y oscuros? Seguro que te sentirás mejor.

En el siguiente vídeo de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, la propia Amanda, expaciente de linfoma, os enseña algunas opciones favorecedoras de ataros un pañuelo.

Para los niños, una opción muy fácil y agradable son los pañuelos tubulares. Hay uno solidario de la Fundación Josep Carreras que se puede encontrar en dos modelos en la tienda solidaria (HAZ CLIC AQUÍ).

Y finalmente, recuerda que la belleza no está en el pelo, ni en la peluca, ni en el turbante o el sombrero, está en una actitud imparable .

¿Estás interesad@ en donar tu cabello?

Gracias a muchas donaciones se realizan las pelucas de pelo natural. Son muchas las personas interesadas en donar su cabello.

Puedes hacerlo en cualquiera de los centros acreditados como peluquerías solidarias. En los siguientes enlaces encontraras la peluquería solidaria más cercana:

MECHONES SOLIDARIOS

TREATWELL by MECHONES SOLIDARIOS

ASOCIACIÓN DE POSTICERIA

PULSERAS ROSAS

También puedes mandarlo directamente por correo a las direcciones indicadas en los anteriores enlaces.

Recuerda que el largo mínimo para donar cabello es de 30cm (20cm para los donantes menores de 14 años). El pelo tiene que estar limpio, seco y bien recogido (en cola o en trenza). En el caso del pelo rizado, se mide con el pelo mojado y estirado. No importa si el cabello es canoso, teñido con mechas o con permanente. También se puede donar una peluca ya usada.

Si tienes una peluquería y quieres formar parte de la red de peluquerías solidarias, te puedes acreditar poniéndote en contacto con las asociaciones anteriores (Mechones solidarios y Asociación de posticería).