Un consorcio liderado por la empresa OneChain Immunotherapeutics, spin-off del Instituto Josep Carreras, recibe apoyo del Ministerio de Ciencia e innovación para llevar a fase clínica una innovadora terapia contra la leucemia linfoblástica aguda de tipo T. La terapia, basada en tecnología CAR-T, se dirige a dos nuevas dianas terapéuticas sin apenas presencia en tejidos sanos, aumentando la eficacia del tratamiento y el número de pacientes que se pueden tratar.
Un consorcio liderado por OneChain Immunotherapeutics (OCI), spin-off del Instituto Josep Carreras (IJC) y el Dr. Pablo Menéndez, ha recibido apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, para llevar a fase clínica una innovadora terapia que podría tratar hasta un 80% de los pacientes de leucemia linfoblástica aguda tipo T (LLA-T), una patología poco frecuente que afecta a niños (60%) y adultos, y que cuenta con escasas opciones terapéuticas. El proyecto, que tendrá una duración de tres años, contará con la participación del IJC y del Banco de sangre y tejidos (Banc de Sang i Teixits).
El tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda tipo T, una de las formas más agresivas de leucemia, ha dependido históricamente de la quimioterapia intensiva. Sin embargo, a pesar de la mejora en las tasas de supervivencia, esta terapia conlleva efectos devastadores para los pacientes. Además, un porcentaje significativo de los mismos no responden al tratamiento. «Para los pacientes que han experimentado una recaída, encontrar tratamientos efectivos es particularmente difícil», explica el doctor Víctor M. Díaz, director de investigación de la empresa, «nuestra terapia representa una esperanza para ellos».
El enfoque de OCI se basa en la tecnología CAR-T, un tipo de inmunoterapia que consiste en extraer células inmunitarias del propio paciente para modificarlas en el laboratorio y aumentar su capacidad de reconocer y atacar a las células cancerosas. Una estrategia que ya ha mostrado resultados prometedores en otras formas de leucemia y linfomas. «Nuestra intención es hacer madurar esta terapia en los tres años que dura el proyecto para lanzar un primer ensayo clínico en humanos», añade Díaz.
Atacar una misma célula por distintos sitios
La terapia desarrollada por OCI atacará simultáneamente dos dianas presentes en las células cancerosas, haciéndola más efectiva y ampliando el número de pacientes que podrán ser tratados. La terapia CAR-T todavía no es una opción consolidada frente a las leucemias de células T, como la LLA-T, ya que las células T tumorales y las células T sanas presentan las mismas moléculas en su superficie. Como consecuencia, las CAR-T dirigidas a las LLA-T destruyen ambos tipos de células, provocando una inmunodepresión grave en los pacientes.
OCI ya ha desarrollado una CAR-T dirigida a la proteína CD1a, una diana segura y sin apenas presencia en tejidos sanos. Sin embargo, esta molécula está presente solo en el 30-40% de los pacientes de LLA-T. «La primera terapia CAR-T que desarrollamos, dirigida al antígeno CD1a, ya se encuentra en ensayos clínicos, demostrando su seguridad y eficacia para un grupo específico de pacientes», explica Díaz. «Incorporando una segunda diana a nuestra estrategia, no solo aumentamos el porcentaje de pacientes que podríamos tratar —hasta un 80%—, sino que también fortalecemos la efectividad de la terapia», continua.
La concesión de esta financiación, dentro del marco de ayudas a proyectos de colaboración público-privada del Ministerio de Ciencia e Innovación, es el resultado de un reconocimiento que se concede a proyectos que ya han alcanzado una fase avanzada de desarrollo y están listos para dar el salto hacia la aplicación clínica. «Estamos en una posición única para hacer una diferencia real en la vida de los pacientes, ampliando nuestras terapias para incluir a aquellos que antes tenían pocas opciones», concluye Díaz.
Leucemia linfoblástica aguda tipo T: una enfermedad rara
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es un tipo de cáncer que afecta la medula ósea, el tejido blando dentro de nuestros huesos donde se producen las células sanguíneas, y se caracteriza por la producción excesiva de linfocitos (glóbulos blancos) inmaduros que no funcionan correctamente. Estos linfocitos anormales se multiplican rápidamente, interfiriendo con la producción de células sanguíneas sanas y pudiendo extenderse en pocos meses a diferentes partes del cuerpo, como el sistema linfático, el hígado o el bazo.
Se trata de un cáncer agresivo y poco común, con una incidencia de en torno a 1,5 casos por 100.000 habitantes en países desarrollados. Dependiendo del tipo de célula afectada, existen dos tipos de LLA, la LLA de células B (LLA-B) y la LLA de células T (LL-T). Esta última es aún menos frecuente – se diagnostican unos 100 casos al año en España – representando alrededor del 10-15% de todas las leucemias agudas en niños y entre el 20- 25% de aquellas que afectan a adultos.
Se trata de una enfermedad muy heterogenia y con muchos subtipos, lo que dificulta su investigación y el desarrollo de tratamientos efectivos. Por eso, la innovación y el desarrollo de terapias dirigidas es fundamental para aumentar las opciones de tratamientos de estos pacientes.