¡Hola! Me llamo Ester y soy Imparable contra el linfoma de Hodgkin. Todo empezó por un bulto en el cuello que apareció cuando tenía 28 años. Me hicieron varias pruebas y llegó el diagnóstico: linfoma de Hodgkin, tipo esclerosis nodular, estadio 2, con una masa en el mediastino de más de 8 cm como factor de riesgo.
Recuerdo que al principio todo fue muy rápido. Muchas pruebas y me tuvieron que operar 3 veces en 3 semanas. Vivía en una película. Recuerdo el miedo a que los míos se derrumbaran ante la noticia, así que mi estrategia era estar bien para que ellos estuviesen bien.
Tras 9 sesiones de quimio, cuando ya pensaba que se acercaba el final de esta película de terror, llegó lo peor… La quimioterapia no había funcionado como se esperaba y, de nuevo, tenía más bultos. Este fue el momento más duro de todos.
Volvíamos a empezar de cero. Tocaba volver a quirófano, tres ciclos de una nueva quimioterapia de rescate mucho más agresiva y un autotrasplante de médula ósea.
Hoy en día me todavía me cuesta ser consciente de que todo esto lo he vivido yo. Fue más de un año de lucha, un camino muy duro y largo. Ahora me encuentro recuperada y con ganas de vivir. Al final, una se queda con todo lo bueno de estas experiencias: mucho aprendizaje, autoconocimiento, valorar las pequeñas cosas, saber quién va a estar ahí para siempre y vivir la vida de otra manera.
Yo tengo claro que la investigación es clave y que nos hace mucha falta. Gracias a la investigación yo tuve una segunda opción de tratamiento cuando el primero no funcionó. Por eso creo que es tan importante apoyar a que se siga investigando y para mejorar los tratamientos y conseguir que no sean tan agresivos.
¡Soy Imparable!
Ester